Es la medida contra el virus más importante de los últimos meses, pero en la cúpula del Gobierno nadie sabía nada. Cuando el viceconsejero de Salud Pública, Antonio Zapatero, anunciaba esta mañana los “confinamientos selectivos”, saltaban las alarmas en los equipos de la presidenta Isabel Díaz Ayuso y del vicepresidente Ignacio Aguado.

No existía ningún plan para organizar esta medida prácticamente sin precedentes desde que decayera el estado de alarma. Se trata de una especie de confinamiento por barrios del que el partido naranaja no sabía nada.

Ante la incredulidad de los periodistas, el viceconsejero Zapatero desvelaba que había informado a Ayuso “por WhatsApp” de esta acción, aunque fuentes gubernamentales han negado tal extremo. Acto seguido, el equipo de la presidenta se apresuraba a decir que no habrá ninguna nueva medida restrictiva “hasta el viernes”.

Fuentes de este diario han contrastado de primera mano que la descoordinación ha afectado a las dos patas más importantes del Ejecutivo regional. Tanto es así que Aguado, a punto de salir a dar una rueda de prensa en calidad de portavoz, se veía obligado a cancelarla.

“¿Cómo iba a responder preguntas acerca de algo que ni siquiera conocía?”, se miraban unos a otros en su equipo.

Fricciones

No es la primera vez que las fricciones entre PP y Ciudadanos arrojan una situación rocambolesca. Ahí queda, por ejemplo, la bronca por la gestión de las residencias durante la pandemia.

La relación entre liberales y conservadores es tirante, aunque Aguado ya ha aclarado que no estudiaría una moción de censura ni en caso de que el PSOE le ofreciera la presidencia.

Este viernes, salvo cambio de última hora, se aprobarán nuevas medidas restrictivas en Madrid. Los confinamientos selectivos y la movilidad podrían ser las dos puntas de lanza. Pese al “crecimiento sostenido del virus”, de momento se descarta cerrar la ciudad.