Madrid, la comunidad que acumula más contagios y muertos por coronavirus, solicitará al ministerio de Sanidad ascender a la fase 1 de la desescalada el lunes 11 de mayo, como ha solicitado la mayoría de los gobiernos autonómicos. Desde el Ejecutivo madrileño han querido destacar que la salida progresiva del confinamiento se hará con "mucha prudencia" y con "medidas de protección individual" que se traduce en que será obligatorio el uso de la mascarilla en todos los recintos cerrados. La última palabra sobre quién pasa de fase la tendrá el Gobierno central.  

El equipo que lidera Isabel Díaz Ayuso ha tomado finalmente esta decisión después de una jornada maratoniana donde los dos grupos que forman gobierno, PP y Ciudadanos, volvieron a mostrar sus diferencias sobre cómo abordar la salida paulatina del confinamiento y reactivar la economía sin que haya un rebrote de contagios que obligue a deshacer el camino andado.

Por la mañana, la propia presidenta de Madrid aseguraba en una entrevista en RNE que no tenía ninguna prisa para acceder "a nada, porque soy la primera que he visto lo que ha pasado en la Comunidad". Al mismo tiempo, su vicepresidente Ignacio Aguado (Ciudadanos) pedía abiertamente escalar una fase. "Estamos preparados. Madrid tiene un sistema de sanidad robusto".  

El Consejo de Gobierno se reunía este miércoles por la mañana para tomar la decisión final sobre qué solicitud se enviaría al Ejecutivo central, que dio de plazo hasta el miércoles para recibir la documentación. El encuentro por videoconferencia entre Ayuso y sus consejeros se tuvo que posponer hasta la tarde sin llegar a ningún acuerdo porque la presidenta tenía una visita programada en el hospital de Móstoles, desde donde guardó un minuto de silencio a las 12 en memoria de todas las víctimas. 

Encuentro

Desde el equipo de Ayuso defienden que la reunión ya había terminado y que por eso la presidenta. "Los consejeros se han quedado hablando del tema de la fase 1 y la comunidad aún no ha tomado una decisión al respecto", defendían a primera hora de la tarde.

En la Real Casa de Correos, sede de la Comunidad, se mantenía la posición firme de que Madrid debía mantenerse quince días más en fase cero: "La situación de las UCIs aún no es la adecuada. Madrid ha sido la región más afectada. Es comprensible que no pueda ir al mismo ritmo que el resto", argumentaban.

El guion cambió radicalmente en la reunión de la tarde y se impuso el criterio que defendía el vicepresidente Aguado: será Moncloa quien finalmente decida si Madrid puede desescalar igual que la mayoría del territorio y si abrirá a partir del lunes parcialmente ciertas actividades, como las terrazas al 50%.  

Moncloa decide

Con esta decisión tomada a última hora, la Comunidad de Madrid pone al Gobierno en la tesitura de tener que obligarle a mantenerse en fase cero o permitir que desescale al ritmo más óptimo propuesto por los expertos sanitarios que trabajan en Moncloa. Desde que Pedro Sánchez decretó el estado de alarma el 14 de marzo, Isabel Díaz Ayuso ha sido la presidenta autonómica que ha mantenido el enfrentamiento más duro contra la gestión del mando único. 

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