Alicante

Una serie de casi doscientas pequeñas piezas creadas hace cuatro mil años en la península ibérica se convierten en símbolo de la victoria de la cultura frente al coronavirus. Así se está viviendo la presentación en Lisboa de Ídolos. Olhares Milenares, o como la conocíamos en España a través del Marq, Ídolos Miradas Milenarias.

La inauguración de esta muestra creada entre decenas de museos de ambos países refleja el enorme trabajo de, literalmente, doscientos profesionales. Y entre ellos hay dos que lo viven con particular emoción, sus comisarios Jorge Soler y Primitiva Bueno.

Ambos científicos subrayan su alegría ante una ocasión muy especial que los gobiernos de los dos Estados han querido apoyar. En el caso de Soler marca también el interés de toda una vida por la prehistoria. "Ídolos fue mi primer artículo de investigación con 23 años, así que llevo toda la vida", cuenta vía telefónica desde la capital portuguesa.

Un proyecto surgido en Alicante

Como director de exposiciones del Museo Arqueológico de Alicante, ya se encargó de poner en marcha este proyecto que vio la luz en enero de 2020 en su ciudad natal. Por eso ahora, presentar la tercera versión de Ídolos en el majestuoso Museu Nacional de Arqueologia, lo siente como algo "increíble". Y de ahí que recalque sus agradecimientos a compañeros como Enrique Baquedano, el director del Museo Arqueológico Regional de Madrid, y autoridades como la vicepresidenta de la Diputación de Alicante, Julia Parra.

Bueno también comparte esa voluntad de poner en valor el esfuerzo en común. "Hemos trabajado juntos para darnos cuenta de que es una ventaja hacerlo así", razona. Tanto es así que, en el contexto actual de la pandemia, "ha demostrado que es nuestra fuerza".

Esta es la tercera versión de la muestra que nació en Alicante en enero de 2020. Con Lisboa, 'Ídolos. Miradas milenarias' cierra su recorrido. Lisboa

De hecho, tanto Soler como Bueno, agradecen el apoyo de Antonio Carballo, director del centro lisboeta quien "vio desde el principio que era una exposición para dar esperanza". Una vuelta a las salas de los museos que estuvieron vacías durante los diversos grados de confinamiento y que en Portugal acaban de reabrir sus puertas tras dos meses cerradas.

"En esta situación", prosigue Bueno, "la cultura es uno de nuestros escapes". Y por eso siente que esos casi dos centenares de profesionales que participan en esta exposición "sacan lo mejor de cada uno". De ahí que también comparta la visión de Carballo sobre Ídolos como "una esperanza de futuro, en el que o colaboramos o colaboramos. Y que cuando colaboramos hacemos cosas imponentes porque esta es una exposición espectacular".

Ídolos pequeños de gran valor

Y para conseguir ese efecto no han tenido que recurrir a las grandes moles con las que es conocido el megalitismo. En Ídolos. Miradas milenarias han recuperado y destacado las piezas más pequeñas. "La representación de la figura humana de los prehistóricos en la península eclosiona en el cuarto y tercer milenio antes de Cristo", explica Soler para ponernos en antecedentes.

Esas representaciones de ancestros, de líderes o de gente destacada en sociedades no jerarquizadas "es muy diversa y distinta", recalca Soler. Y esa es una clave que distingue esta piezas de las que se pueden ver en el resto del continente. Como prosigue Bueno, "en toda Europa a los patrones son bastante iguales en grandes territorios mientras que aquí hay diferencia de forma, hay mucha personalidad".

Eso se transmite desde el primer momento al ver piezas como la elegida para protagonizar las portadas de los catálogos hechos hasta ahora. Los grandes ojos representados y la vestimenta marcada llevan a los especialistas rápidamente a su origen, el Alentejo portugués. "En Europa son de barro pero aquí en su mayor parte son de piedra, marfil que viene de fuera o con adornos de oro, es una artesanía más desarrollada", señala Bueno.