Alicante

Los enfermos renales que requieren de diálisis al menos tres veces por semana han pedido a través de sus asociaciones (ALCER) prioridad en la vacunación. Argumentan que son población de riesgo por su situación de pacientes inmunodeprimidos. La Consejería de Sanidad ha hecho oídos sordos a esta reclamación. Justifican su decisión en la existencia de un plan nacional por franjas de edad.

En la Comunidad Valenciana hay más de 7.300 pacientes de este tipo según el último censo de 2019. Tienen que viajar varias veces por semana en vehículos compartidos hasta los centros de diálisis, donde coinciden con otros pacientes en salas de espera y con enfermería en la sesión.

Se da la circunstancia de que estos centros, en su mayoría concertados, tienen personal de la sanidad privada, a la que tampoco están llegando las vacunas con eficiencia. El Colegio de Médicos tuvo que presentar dos escritos en los juzgados para que se vacunase a los médicos de la privada.

Además, solicitan que cuando les llegue la vacunación sea con dosis de Pfizer o Moderna, que utilizan ARN del virus y no con las Astrazeneca, que utiliza el virus moderado. Desde ALCER aseguran que su situación de inmunodepresión puede agravarse con una vacuna muy agresiva.

La petición

La directora de ALCER Turia, Sagrario de Osma, asegura que envió un escrito a la consejera de Sanidad de la Comunidad Valenciana que ni siquiera fue contestado. Luego recurrió a Salud Pública, que fue el organismo que le comunicó que deben seguir el plan nacional establecido por el Ministerio y que le tocará a cada paciente por franja de edad.

Según este plan los grandes dependientes se vacunaron desde finales de enero a mediados de febrero, en la etapa 1. Pero a los pacientes de diálisis no se les considera grandes dependientes. Actualmente está en curso la etapa 2: mayores de 80 años, otro personal sanitario y sociosanitario menor de 56 años, trabajadores con una función social esencial menores de 56 años, personas entre 70 y 79 años y personas entre 60 y 69 años.

De ahí se pasará a menores de 60 años con condiciones de riesgo y personas entre 56 y 59. El problema de los pacientes renales que requieren diálisis es que sus edades varían desde los 30 años en adelante. Y sólo en algunos casos se reconoce discapacidad orgánica.

Flexibilidad

"Somos un vector de contagio y pacientes muy vulnerables. Somos un grupo de riesgo como los diabéticos o las personas que sufren ELA", asegura De Osma. "No tenemos otra oportunidad porque no nos podemos confinar en nuestras casas para evitar contagios porque debemos viajar todas las semanas a nuestros centros de diálisis", completa Patricia Sánchez, coordinadora de ALCER Alicante.

Pese a que en la Comunidad Valenciana han decido seguir a al pie de la letra el calendario del Ministerio, en otras comunidades autónomas han flexibilizado los criterios.

Desde ALCER recuerdan que en algunas regiones se ha comenzado a vacunar a profesionales de la Educación sin que entren dentro de este calendario. También, que en Cataluña, por ejemplo, están dando prioridad a pacientes crónicos como es su caso de entre 45 y 55 años. Sin que el Ministerio diga nada en contra.

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