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Málaga Marbella

Yagüe, la alcaldesa que enterró al GIL en Marbella, a juicio por 'enchufar' a su marido

Dejó el partido para montar una moción de censura a Julián Muñoz en los últimos años del ‘gilismo’ duro.

13 octubre, 2020 01:39

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Marisol Yagüe (La Línea de la Concepción, 1952) fue alcaldesa de Marbella entre agosto de 2003 y marzo de 2006. Llegó al poder tras una maniobra “organizada por Jesús Gil” para desbancar a Julián Muñoz. Al menos así lo declaró en el juicio del caso Malaya: “Él era el jefe y le debíamos lealtad”.

Tras haber pasado casi tres años en prisión, ahora vuelve a ser juzgada por haber enchufado a su exmarido, Antonio Becerra, como coordinador general de Hacienda en el Ayuntamiento de Marbella.

El escándalo vio la luz en 2005, cuando Yagüe no sólo colocó a dedo a Becerra sino que, además, le subió el sueldo de 3.000 a 7.555 euros mensuales. Eran los estertores del gilismo y Marbella parecía una serie de delincuentes de baja estopa. La ciudad, a principios de la década pasada, era conocida más por los jaleos del corazón y la corrupción institucionalizada por el GIL que por su histórico liderazgo turístico.

Ahora Yagüe se enfrenta a la petición de la Fiscalía de cinco años de prisión, multa de 3.600 euros y la inhabilitación de diez años. Similar pena se solicita para su exmarido, Antonio Becerra, y para el entonces gerente de la sociedad municipal Gerencia de Obras y Servicios de Marbella, Antonio Torres. Según indica Europa Press, Torres “cumplió la orden verbal” de Yagüe para subir el sueldo a Becerra.

Yagüe fue una de las fieles de Jesús Gil. Fue elegida como concejal en Marbella por primera vez en 1995, en pleno apogeo; dejó el partido para organizar una moción de censura contra Julián Muñoz en 2003: ocho gilistas, tres concejales del PSOE y tres del Partido Andalucista dieron a Yagüe el cargo de primera alcaldesa de Marbella y, sobre el papel, el fin de doce años de gilismo.

Caso Malaya

Yagüe tomó el sillón de alcaldesa, pero no el mando. En las escuchas policiales se comprobó cómo Yagüe asentía ante cualquier orden de Juan Antonio Roca, el factótum del Ayuntamiento de Marbella y principal urdidor de la trama corrupta de la capital de la Costa del Sol.

Imputada y condenada por el caso Malaya, el 1 de abril de 2006 Yagüe entraba por primera vez en prisión de la mano de Isabel García Marcos, que pasó de azote de Gil a colaboradora necesaria en el canto del cisne. Cinco meses después, pagaba la fianza de 60.000 euros y volvía a estar en libertad. Sobre ella pesaban los cargos de cohecho, prevaricación y maquinación para alterar el precio de las cosas.

En septiembre de 2010 comenzaba el juicio del caso Malaya en el que se pedían veinte años de cárcel para Yagüe; el 4 de octubre de 2013 se daba lectura a la sentencia y su condena se quedó finalmente en seis años de prisión. Tras recurrir, finalmente acató la sentencia e ingresó voluntariamente en prisión el 27 de enero de 2016.

También fue condenada a dos años de prisión en octubre de 2017 por haber utilizado granito y mármol del almacén municipal para reformar su chalé particular. Fue en junio de 2019 cuando Yagüe abandonó la prisión al otorgársele el tercer grado y desde entonces está en libertad con control telemático. Ahora tendrá que volver a sentarse en el banquillo para declarar por un delito de prevaricación y malversación.