
Serie histórica sobre la percepción de la corrupción en España, según Transparencia Internacional.
España cae al puesto 46 en el Índice de Corrupción con el peor dato en 30 años en plena ola de escándalos
Transparencia Internacional sitúa a nuestro país por detrás de Ruanda o Botsuana.
Le da sólo 56 puntos sobre 100, menos que en cualquier año de Aznar, Zapatero y Rajoy, y sólo por encima de los últimos de González.
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La sensación instalada en la sociedad de que la corrupción vuelve a marcar la agenda política ha terminado por reflejarse en los medidores internacionales. El Índice de Percepción de la Corrupción, realizado por la prestigiosa organización Transparencia Internacional, da a España la peor nota de las últimas tres décadas. Desde el final de los gobiernos de Felipe Gonzalez el país no estaba tan mal.
España obtiene una puntuación de 56 sobre 100 en este ránking que elabora anualmente Transparencia Internacional. La clasificación coloca a España en el puesto 46 de 180 naciones: nunca antes la democracia española había estado tan abajo. Por delante se encuentran países como Ruanda, Botsuana, Costa Rica, Arabia Saudí o varias de las repúblicas de la Europa del Este.
Sólo en el último año se ha retrocedido 10 posiciones, desde el puesto 36º al 46º. Mientras que en la Europa de los 27, España ocupa el decimosexto peldaño, dos más abajo que en 2023. España ha sido superada Por Letonia y Eslovenia y comparte puntuación con República Checa y Chipre.
El caso Koldo, el caso Begoña, los escándalos por los que se investiga a José Luis Ábalos o la imputación del fiscal general del Estado han marcado el panorama mediático del último año.
Transparencia Internacional no señala casos concretos, sino que se centra en la ausencia de medidas para combatir estos episodios. Sí destaca que "las políticas anticorrupción no han tenido un progreso sustancial" y habla, incluso, de "estancamiento".
En primer lugar, esta institución incide en que nuestro país "continúa sin tener una estrategia nacional anticorrupción", prevista en una ley de 2023, pero que todavía está "pendiente de desarrollo".
Tampoco se ha abordado una "reforma de la normativa de conflictos de interés", lo que afectaría de lleno a la esposa del presidente, Begoña Gómez. Ni ha habido una "regulación de grupos de interés y un registro central de lobbies", como está planteando ahora el Gobierno.
Alerta, además, de que existen 87 directivas europeas que han sido aprobadas en Bruselas y que aún se encuentran pendientes de transposición, 30 de ellas ya fuera de plazo.
Transparencia Internacional alerta también de otros dos problemas: sigue pendiente la reforma anunciada en el Plan de Gobierno Abierto, y constata que el Consejo de Transparencia ya presentado "carece de recursos suficientes". En este punto, señala que los "mecanismos de rendición de cuentas" son "insuficientes".
Por último, detecta que se han eliminado agencias antifraude autonómicas, como en Baleares, o se han debilitado otras como la Agencia Valenciana Antifraude (AVAF).
"Sólo cuatro comunidades autónomas y dos ciudades cuentan con agencias antifraude operativas y apenas 11 comunidades han establecido consejos de transparencia", denuncia el informe que se presenta este martes y al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL.
El organismo internacional condena también la "importante demora del sistema judicial en el enjuiciamiento de macrocausas de corrupción, carente de recursos adecuados" y señala que el bloqueo que ha sufrido durante años la renovación del Consejo General del Poder Judicial ha "agravado" el problema.
Hay que destacar que el informe no se basa en cuestiones subjetivas; está fundamentado en datos extraídos de distintos organismos internacionales de reconocido prestigio como el Banco Mundial o el Foro Económico Mundial.
Lo que le ha sucedido a España desde 2000 es una tragedia. De ser ejemplo de democracia europea - con poderes independientes y controles anticorrupción efectivos - a un deterioro institucional único en Europa- como muestran los datos del WGI/WB. pic.twitter.com/nloGrbuj4j
— Luis Garicano 🇪🇺🇺🇦 (@lugaricano) February 5, 2025
Por tanto, el ránking ofrece una fotografía fiable de la situación de la corrupción en nuestro país a lo largo de los años, que según estos criterios se ha deteriorado notablemente en 2024.
Ya los últimos datos del Banco Mundial, publicados el pasado noviembre, revelaban que el control de la corrupción, la eficiencia gubernamental, la calidad regulatoria o el Estado de derecho habían mermado a cerca de la mitad entre el año 2000 y 2023.

Ni con la Gürtel
De esta manera, España se encuentra en una situación peor que durante los años de la trama Gürtel y los escándalos de financiación ilegal del PP, que terminaron provocando la moción de censura por la que Pedro Sánchez desbancó a Mariano Rajoy de la Moncloa.
Si nos ceñimos a estos datos, el peor de aquellos años fue 2017, meses antes de la moción de censura, cuando España obtuvo 57 puntos, uno más que ahora.
Mariano Rajoy llegó al poder en diciembre de 2011 con una percepción de la corrupción que alcanzaba 62 puntos sobre 100, una cifra que se redujo durante su mandato. Con Pedro Sánchez en la Moncloa, la situación también mejoró ligeramente, aunque en 2024 la calificación se ha desplomado.
Para observar un cambio radical de paradigma hay que retrotraerse a 1997, después de la llegada de José María Aznar al poder.
Tras la catarata de escándalos de corrupción que marcaron la última etapa del felipismo, España mejoró 16 puntos en un sólo año. Del 4,3 (entonces se medía en una escala de 10) en 1996 al 5,9 de 1997.
Pocas democracias plenas
"Sin reformas estructurales efectivas, el país seguirá enfrentando grandes desafíos en materia de transparencia, buen gobierno y confianza institucional", zanja, a modo de conclusión el informe de Transparencia Internacional. Un dossier que sitúa a la cabeza a Dinamarca y Finlandia, al igual que el año pasado, pero que sólo reconoce a 24 países como auténticas "democracias plenas".
De hecho, dos de cada tres países obtienen una puntuación inferior a 50 sobre 100, con una tendencia que tiende a empeorar en los últimos años.
Curiosamente, uno de los aspectos que señala la organización como argumento para que aumente la corrupción es la falta de transparencia y de rendición de cuentas para enfrentarse a fenómenos como el cambio climático.
Otros organismos internacionales como el V-Dem (Varieties of Democracy) o el Democracy Index que elabora el semanario The Economist también alertan del progresivo deterioro de las democracias a nivel global.
En la última clasificación elaborada por la revista británica, España obtuvo en 2023 -el dato más actualizado- un 8,08 sobre 10, la misma nota del año anterior, de forma que nuestro país sí quedaba reconocido como una "democracia plena".
El próximo informe de The Economist deberá determinar si la calificación de Transparencia Internacional es una excepción o ratifica el empeoramiento de nuestra calidad democrática.