Pedro Sánchez y José Antonio Pérez Tapias, durante las primarias del PSOE en 2014.

Pedro Sánchez y José Antonio Pérez Tapias, durante las primarias del PSOE en 2014. EFE

España

El PSOE elimina el correo corporativo de Izquierda Socialista, los críticos que compitieron con Sánchez

La dirección acalla a la corriente histórica, que cumple ahora 40 años: "Estamos en órganos de dirección pero no tenemos mail, no es coherente".

7 febrero, 2021 01:52

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Desde la Transición, siempre hubo una izquierda a la izquierda del PSOE, que encarnó primero el Partido Comunista de España (PCE), luego la coalición Izquierda Unida y ahora, mucho tiempo después, Podemos. Pero en las últimas cuatro décadas, de manera algo más soterrada para la opinión pública, siempre ha habido otra izquierda a la izquierda del PSOE, pero dentro del PSOE.

Se trata de la corriente crítica Izquierda Socialista (IS), reconocida como tal por el partido, con personalidad propia y con dirigentes que ocuparon cargos públicos y le llevaron tradicionalmente la contraria en asuntos muy sensibles a la dirección del partido.

De ella formaron parte históricos socialistas como Luis Gómez Llorente, Pablo Castellanos o Antonio García-Santesmases. En las primarias para elegir al secretario general de 2014, que Pedro Sánchez ganó a Eduardo Madina, Izquierda Socialista contó con candidato propio, José Antonio Pérez Tapias. Obtuvo, como tercero en discordia, un nada despreciable apoyo del 15% de la militancia, aunque finalmente terminó abandonando el PSOE. 

Sánchez, Madina y Pérez Tapias, durante un debate en 2014.

Sánchez, Madina y Pérez Tapias, durante un debate en 2014. EFE

Más de un lustro después de aquello, Ferraz le pone sordina a Izquierda Socialista, a la que antes de navidades se le retiró el correo electrónico corporativo con el que contaban, según ha podido saber EL ESPAÑOL. Fuentes de la corriente lamentan lo ocurrido y señalan que tratarán de revetir la decisión de la dirección federal.

Además, subrayan la incoherencia de que se les retire un mail oficial cuando, como corriente crítica reconocida, forman parte del Comité Regional en Madrid. "No podemos tener reconocimiento para formar parte de órganos de dirección pero no para tener un correo, no es coherente", afirman. Es en esta comunidad donde IS tiene más respaldo, que sus responsables cifran en unos 300 militantes socialistas. 

En los Estatutos del PSOE, aprobados en el 39 Congreso Federal de 2017 -el que supuso el regreso de Sánchez como líder de la formación-, se reconoce la existencia de "corrientes de opinión" siempre que se constituyan "exclusivamente en el ámbito federal" y con el matiz de que "no se permitirán tendencias organizadas".

Desde IS se estima que, si bien la corriente ha sido más fuerte siempre en unas federaciones que en otras, singularmenrte en Madrid, siempre ha trascendido los límites de una autonomía en concreto, por lo que no estaríamos ante una corriente de caracter regional. Pese a todo, confían en poder reconducir la situación con Ferraz y subrayan la acuciante necesidad, en plena pandemia, de los medios de comunicación digital con los afiliados para poder llevar a cabo su actividad.

Críticos de González 

Si hubo un secretario general que tuvo que batirse el cobre con Izquierda Socialista fue Felipe González. Singularmente con Antonio García-Santesmases, diputado en el Congreso, acerca de asuntos como la reconversión industrial llevada a cabo en los años 80 por el Gobierno socialista, determinadas medidas en el ámbito laboral que también enfrentaban al partido con su sindidato hermano, la Unión General de Trabajadores (UGT) y, cómo no, la permanencia de España en la OTAN.

En el 30º Congreso de los socialistas, celebrado en diciembre de 1984, el entonces presidente del Gobierno tuvo incluso que bajar a la arena con un discurso de una hora en una de las ponencias del cónclave para defender que España debía mantenerse en la Alianza Atlántica. Nuestro país había entrado en ella bajo la presidencia de Leopoldo Calvo-Sotelo, en 1982. Pocos meses después, el PSOE lograría su primera victoria electoral, con una abrumadora mayoría absoluta, tras una campaña electoral en la que González defendió con vehemencia la salida de España de la Organización del Atlántico Norte. 

Fragmento de la serie documental "El Camino de la Libertad".

Pero en el 84, tras dos años en La Moncloa, había decidido ya el brusco viraje a favor de la OTAN que se confirmaría en el referéndum de 1986. Aunque antes de convencer al país entero tuvo que persuadir a los suyos, e imponerse en la votación de los delegados del Congreso socialista a la enmienda que habían presentado los críticos.

El entonces líder socialista arremetió contra el "neutralismo" de IS, pues asumirlo, a su juicio, habría supuesto el aislamiento internacional de España, entonces aún fuera de las instituciones europeas. González llegó a afirmar que estar contra la OTAN no significaba necesariamente "ser de izquierdas".

Santesmases criticó entonces la propaganda del aparato del partido, en la que se aseguraba que la integración en la organización liderada por EEUU no iría en perjuicio de la "reducción" progresiva de las bases militares norteamericanas en territorio español. Esa era una de las principales reivindicaciones de los sectores a la izquierda del PSOE y de los movimientos pacifistas. 

Hace casi 40 años, IS ponía en aprietos a un líder de su partido que gobernaba con mayoría absoluta. Hoy reivindica tener una dirección de correo (electrónico) para poder comunicarse con los militantes del PSOE.