Tánger

Marruecos cerró las pasos fronterizos con Ceuta y Melilla el 13 de marzo para luchar contra el coronavirus y no los abrirá hasta negociar con España un nuevo modelo de frontera enfocado al turismo. El país vecino estudia terminar con el comercio atípico e instaurar una nueva aduana comercial a través de los puertos marroquíes, según ha podido saber EL ESPAÑOL.

La frontera del futuro será impermeable al paso ilícito de personas o mercancías. Según explican fuentes de la Delegación de Nador, recibieron esta semana las órdenes del ejecutivo desde Rabat para "conectar con sistemas electrónicos los tres puestos fronterizos que unen el país con Melilla: Beni Ensar, Farjana y Barrio Chino".

Por este último paso, miles de porteadores transportaban la mercancía de Melilla a Nador sin pagar aranceles. Ahora, con las obras, el paso de Barrio Chino se convertirá en un cruce de pasajeros con un carril para motocicletas.

Hasta marzo, los residentes en la región de Nador podían cruzar a Melilla sin pasaporte, con su carné de identidad marroquí. Tras la reapertura, solo se podrá entrar y salir de Ceuta y Melilla a Marruecos pasando por las ventanillas de la aduana para sellar los pasaportes.

Por su parte, Ceuta quedará conectada con Marruecos por el paso fronterizo de Tarajal I para la circulación de personas y vehículos. Hasta ahora existía una conexión también por el Tarajal II, construido para el porteo de mercancías a Castillejos. El comercio atípico en esta ciudad terminó el 7 de octubre, y no se reanudará. Así, la mercancía atascada en los almacenes del polígono del Tarajal II "se volvió a mandar a Tánger Med vía Algeciras", reconoce el secretario general de la Confederación de Empresarios de Ceuta, Antonio Ramírez, en una entrevista con EL ESPAÑOL.

Asimismo, algunos propietarios de las naves de El Tarajal en Ceuta están reconvirtiendo su negocio para comercializar la mercancía desde el puerto marroquí con un descuento por ser ceutíes frente a los precios de la península, según explican propietarios en la ciudad.

No habrá comercio directo

Esas estampas de miles de ciudadanos marroquíes cargando con cientos de kilos a sus espaldas o en carritos, o los coches hasta arriba de productos de contrabando ya no las volveremos a ver, después de la pandemia y las negociaciones entre Rabat y Madrid.

La maniobra del país vecino es que la mercancía entre con sus correspondientes aranceles desde el puerto Tánger Med a Ceuta; y por los de Beni Ensar y el nuevo de Nador a Melilla. Marruecos trabaja en el desarrollo, ampliación y fortalecimiento de estos puertos y sus zonas francas desde principio del siglo XXI.

De tal manera que no habrá comercio directo entre las ciudades autónomas españolas y Marruecos. "La mercancía tendrá que llegar a Marruecos desde la península, excepto para sacar temporalmente y con autorización el excedente de mercancía atascada por el cierre de la aduana", precisan en Marruecos.

La estrategia se viene fraguando en el último año y medio. Asociaciones y políticos marroquíes han mantenido reuniones con empresarios melillenses en hoteles al otro lado de la frontera (Beni Ensar) para informarles del fin del comercio atípico e incitarles a invertir en naves y terrenos en Marruecos. "Nos ofrecieron subvenciones e incluso que abandonásemos la ciudad y viniésemos a Marruecos", explica un joven empresario a EL ESPAÑOL desde Melilla.

Este nacionalizado de origen marroquí con residencia a ambos lados de la frontera asegura que "a Marruecos le ha venido como anillo al dedo este virus. Estaban locos por acabar con el contrabando y esto les ha venido bien".

Terminar con el porteo

Mientras Marruecos fragua este nuevo marco fronterizo que asfixia a Ceuta y Melilla, desde las Delegaciones del Gobierno de ambas ciudades aseguraban a EL ESPAÑOL a finales del mes de abril: "No tenemos constancia de que Marruecos vaya a terminar con el porteo en la ciudad".

Sin embargo, desde Marruecos adelantan a este medio que se contempla incluso la posibilidad de no reabrir las fronteras con España, si el gobierno central cede a las propuestas de los políticos de Ceuta y Melilla de entrar en el espacio Schegen y de esa manera acentuar su carácter europeo. "En ese caso, Marruecos cerrará totalmente las fronteras", adelantan fuentes policiales.

El objetivo último es "controlar el crimen transfronterizo", apuntan autoridades de Nador, como recoge el convenio bilateral sobre Cooperación en Materia de Lucha contra la Delincuencia, firmado en Rabat el 13 de febrero de 2019 por los ministros del Interior de ambos países en presencia de los dos reyes. Pero lo cierto es que el nuevo sistema fronterizo supone un estrangulamiento económico para Ceuta y Melilla.

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