Una vista general muestra los paneles solares utilizados para producir energía renovable en el parque fotovoltaico de Cestas, en el suroeste de Francia.

Una vista general muestra los paneles solares utilizados para producir energía renovable en el parque fotovoltaico de Cestas, en el suroeste de Francia. Regis Duvignau REUTERS

Historias

Los combustibles fósiles "pierden su control" en la Unión Europea: la energía solar supera al carbón por primera vez

El informe anual de referencia 'European Electricity Review' analiza el panorama del sistema eléctrico en el Viejo Continente durante el último año.

Más información: Europa, ante el sueño "imposible" de independencia energética: "Hay que plantearse de quién o qué depender"

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2024 ha sido un año marcado por los récords climáticos donde, entre otras cuestiones, se ha superado el umbral de 1,5 grados centígrados desde la era preindustrial. Pero entre las sombras, también hay luces —verdes, en este caso— y durante el curso pasado destacó la energía renovable por su gran protagonismo en la Unión Europea (UE). 

En concreto, la solar abarcó el 11% de la electricidad del territorio, lo que, de acuerdo con el informe anual de European Electricity Review del think tank británico Ember, ha supuesto más de un 1% de diferencia en positivo con respecto al carbón.

Aunque este no ha sido el único motivo que ha llevado a "la generación fósil" a sus mínimos históricos. El gas, por ejemplo, por quinto año consecutivo ha disminuido, esta vez hasta el 16%, mientras, de nuevo, la producción eólica se situaba por encima con un 17%. 

En definitiva, "los combustibles fósiles están perdiendo su control sobre la energía europea" o, por lo menos, esta ha sido la conclusión que ha extraído Chris Rosslowe, analista sénior y autor principal del informe, tras revisar los últimos datos del Viejo Continente. 

Y es que el reporte, que se centra en ilustrar el panorama del sistema eléctrico en Europa —en esta ocasión, del 2024— ha analizado las cifras de generación y demanda de electricidad del año anterior en todos los países europeos. Una investigación en la que se muestran, además, los avances en la transición de los combustibles fósiles a la electricidad limpia. 

Camino a 'lo verde'

Cuando se cerró el Pacto Verde Europeo, allá por 2020, pocos pensaron, dice Rosslowe, "que la transición energética de la UE podría estar donde se encuentra hoy". Pero parece que Europa se ha puesto en marcha y ahora podemos asegurar que la fuerza eólica y solar están empujando al carbón a los márgenes y obligando al gas a "un declive estructural"

La energía solar, en concreto, ha experimentado un crecimiento que, combinado con cierta recuperación del sector hidroeléctrico, ha llevado a la proporción de renovables a casi la mitad —es decir, el 47%— de la generación energética. Al mismo tiempo, las fuentes limpias alcanzaban el 71%, un nuevo máximo histórico. 

Actualmente, más de la mitad de los territorios europeos ya no cuentan con electricidad procedente del carbón o, en su defecto, esta es inferior al 5% en su combinación de energía. Un hecho que ha convertido a la que era la tercera potencia en la UE en la sexta, lo que, señala el informe, "pone a la vista el fin del combustible fósil más sucio". 

En el caso español, la energía solar ha alcanzado una cifra récord del 21% de la electricidad empleada en 2024, frente al 17% de 2023. Esto mismo, explican desde el reporte, supone un aumento del 23% (11 TWh más en 2024, hasta un total de 60 TWh) respecto al curso anterior. De este modo, España se corona —por segundo año consecutivo— registrando el mayor crecimiento solar de la UE

Razón por la que, indica Jacopo Tosoni, responsable de políticas de la Asociación Europea para el Almacenamiento de Energía (EASE), "no es ninguna sorpresa que las renovables de energía se estén convirtiendo en la piedra angular de la transición". 

Independencia europea

A través de estos avances, asegura Beatrice Petrovich, otra de las responsables del estudio, "la UE se acerca a un futuro limpio, alimentado por energía eólica y solar de producción propia", que "reducirá la vulnerabilidad del bloque a la crisis de los precios de los combustibles fósiles, hará frente al cambio climático y proporcionará electricidad asequible a hogares y empresas". 

Y es que la seguridad energética continua siendo una de las principales preocupaciones de los europeos, pero los recientes sucesos relacionados con el conflicto no hacen más que incrementar la inquietud por la estabilidad de los flujos y la volatilidad de los precios. 

Frente a este escenario, el aumento de la generación eólica y solar ha sido un movimiento clave en pro de la independencia de los combustibles fósiles importados. De hecho, sin el desarrollo de esta capacidad agregada en los últimos cinco años, señala el informe de Ember, "la UE habría destinado 92 mil millones de metros cúbicos adicionales de gas fósil y 55 millones de toneladas de carbón, con un costo de 59 mil millones de euros". 

Motivo por el que, pese a que se ha producido una expansión de las importaciones estadounidenses de GNL, Jan Rosenow, del think tank RAP, ha afirmado que "cambiar de proveedor no mejora las cosas y la única solución sostenible es que Europa sustituya definitivamente los combustibles fósiles por energías limpias". 

Porque, además, en un contexto en el que el gas y el petróleo, asegura Neil Markaroff, director del think tank Strategic Perspectives, "se utilizan como instrumentos de negociación por parte de terceros, no hay alternativa a las renovables y la electrificación para garantizar la resiliencia y la seguridad energética". 

Empuje acelerado

Ahora, aunque los avances están tomando un rumbo positivo a un ritmo, según Rosslowe, "más rápido de lo que nadie se esperaba", Europa no debe perder el tempo. Razón por la que el analista sénior cree necesario "acelerar la entrega, especialmente en el sector eólico", porque, de aquí a 2030, "las adiciones anuales de energía eólica deben duplicarse con creces en comparación con los niveles de 2024". 

Siguiendo este cometido, el nuevo comisario de Energía y Vivienda, Dan Jørgensen, centrará sus primeros 100 días de mandato en iniciativas clave para mejorar los costes, la disponibilidad y la seguridad energética. Establecerá, además, un Plan de Electrificación y una estrategia para poner fin a las importaciones rusas de energía. 

Y es que, asegura Walburga Hemetsberger, CEO de SolarPower Europe, aunque "las renovables están desplazando progresivamente a los combustibles fósiles, con la energía solar a la cabeza. Ahora, necesitamos más flexibilidad asegurarnos de que el sistema se adapta a las nuevas realidades: más almacenamiento y más electrificación inteligente en calefacción, transporte e industria".