
Inma González, propietaria de El Horno de Casilda.
De reportera a repostera de éxito en Talavera de la Reina: "Cogí mis ahorros y me reinventé a los 62 años"
Inma González, periodista de profesión, abrió hace dos años El Horno de Casilda, un obrador donde todo es artesanal. Sus productos han traspasado las fronteras del país.
Más información: Ángel Ruiz hace el mejor pan de España en un pequeño pueblo de Toledo y desvela el "secreto" de su éxito
En pleno corazón de Talavera de la Reina (Toledo) es posible encontrar un lugar donde la pasión por la repostería se fusiona con la creatividad, el buen hacer y, sobre todo, el cariño necesario para que las cosas salgan perfectas. Es El Horno de Casilda, un pequeño obrador con productos caseros y de primera calidad que elabora unos dulces para chuparse los dedos.
Ubicado en la calle Cerrillo de San Roque, este encantador negocio es propiedad de Inma González, una periodista de profesión que, con 62 años, decidió dar un giro de 180 grados a su vida y emprender. Pasó de ser reportera a repostera, algo con lo que bromea, y a día de hoy puede presumir de tener una de las mejores resposterías de la ciudad.
González trabajó durante 28 años en un programa propio de televisión, en Teletoledo, y después fue vicepresidenta de una fundación. Sin embargo, circunstancias de la vida le hicieron embarcarse en un sector completamente diferente hace un par de años. "Me reinventé y no puedo estar más orgullosa de ello", señala.

Inma, en su obrador.
Un legado de su abuela
Desde pequeña, la talaverana había sentido una gran afinidad por la repostería. Fue su abuela Casilda quien le enseñó las recetas que hoy en día utiliza, y por ello el horno lleva su nombre. Además, se ha ido formando de la mano de profesionales reposteros como Loleta Linares.
En El Horno de Casilda se pueden encontrar bizcochos, torrijas, tartas de todo tipo... Pero la joya de la corona son sus roscones -los hace durante todo el año- y sus galletas 'Alfareritas', una marca registrada que homenajea a la cerámica de Talavera. Su proceso de elaboración combina métodos tradicionales con ingredientes de alta calidad, como un tinte vegetal y un fondant exclusivo, dando como resultado una creación única que ha traspasado las fronteras del país.

'Alfareritas'.

Roscón.

Tarta Selva Negra.
Todo es artesanal y por encargo
Todos los productos son elaborados artesanalmente y se hacen por encargo, teniendo en cuenta las intolerancias de los clientes. Desde pasteles para cumpleaños hasta tartas nupciales o respostería personalizada para bautizos, comuniones y eventos empresariales.
"Tenemos un amplio catálogo para que la gente encargue lo que quiera, y todo es hecho al momento, que es lo que nos diferencia. En Talavera hay muchas reposterías, pero ninguna como esta. Aquí, lo que tú pides sale ese mismo día del horno y se elabora a la antigua usanza. Yo no tengo máquinas, tan solo un obrador humilde con dos batidoras. El resto son mis manos y el cariño que le pongo", cuenta González.

Tarta personalizada.

Desayuno empresarial.
De hecho, la talaverana considera que la clave del éxito de su negocio es "el amor y la pasión" con la que se hace todo. "Yo me desvivo cuando un cliente llega a mi casa, y lo hago porque creo que he nacido para servir. Si vas a una pastelería cualquiera ya tienes casi todo confeccionado. En cambio, yo lo hago exclusivamente para ti", concluye.