Nos han contado

Solimat protagoniza uno de los grandes movimientos corporativos del sector

25 marzo, 2019 00:00

Tuteladas por la Seguridad Social, las mutuas Solimat junto a Asepeyo, Fraternidad-Muprespa, MC Mutual, Fremap y Mutua Universal han decidido unir sus recursos sanitarios y constituir dos grandes corporaciones sanitarias, "para dar un servicio mejor a los trabajadores de las empresas asociadas y reducir el coste sanitario derivado tanto de la siniestralidad [laboral], tanto por contingencias profesionales como comunes". Es decir, tanto como consecuencia de las enfermedades y bajas laborales producidas por causas del trabajo, como por razones que no tengan que ver con ello, pero que son relativamente frecuentes en la población y los trabajadores. Por ejemplo, la gripe, las migrañas, las depresiones u otros síntomas.

La primera corporación está formada por Fraternidad-Muprespa, Asepeyo y MCMutual; la segunda por Fremap, Mutua Universal y Solimat. Entre todas, dan protección a 11,6 millones de los 17,4 millones de trabajadores cubiertos. Se pretende con ello que cada entidad ponga “a disposición de los trabajadores de otras mutuas sus respectivas redes de centros asistenciales y hospitalarios propios para prestar la asistencia sanitaria necesaria".

Son varias las razones de estas operaciones: la primera es el crecimiento del gasto en la incapacidad temporal, como consecuencia del crecimiento económico y, con ello también, la creación de empleo. Además, en un contexto de bonanza económica es más fácil que se dispare la picaresca y el fraude en las prestaciones. El crecimiento del gasto por las bajas laborales, en forma de incapacidad temporal, está obligando a las mutuas a unir esfuerzos para evitar su desaparición.

En los Presupuestos Generales del Estado de 2019, que rechazó el Congreso de los Diputados, el gasto previsto en incapacidad temporal es de 8.637 millones de euros, lo que representa un crecimiento del 8,2% respecto al presupuesto de 2018.  Las mutuas colaboradoras de la Seguridad Social tuvieron en 2017 su primer déficit, incluidos los gastos complementarios por pagos de servicios a la sanidad privada, de 174 millones. La Seguridad Social espera que en 2018 haya una fuerte reducción del desequilibrio entre las mutuas.