Nadie se cree que Page quiera adelantar las elecciones autonómicas en Castilla-La Mancha pero todo el mundo habla de ello. Al PSOE le interesa mantener abierto este debate porque sirve como amenaza a la oposición ante un posible rechazo de los presupuestos y una forma de presionarles ante la falta de diálogo del gobierno con los grupos parlamentarios rivales. Un día sí y otro también algún portavoz del Ejecutivo o del partido que lo apoya sale a la opinión pública para soltar la cantinela estratégica del adelanto de elecciones como solución in extemis a la falta de acuerdo presupuestario. Sin embargo, la única realidad por el momento es que el PSOE no ha establecido ningún tipo de cauce con el PP o Podemos para negociar la nueva Ley de Presupuestos. Todo indica, según las últimas declaraciones del consejero de Hacienda, Juan Alfonso Ruiz Molina, que el gobierno va a llevar su propuesta a las Cortes para negociar su contenido sobre la marcha, y no antes como se pensaba.

Eso puede hacer pensar que no temen que la oposición vuelva a rechazar las cuentas porque ya tendrían decidido convocar elecciones antes de tiempo. Un medio digital de ámbito nacional así lo ha entendido a publicar una información en la que explican la razón por la que Emiliano García-Page quiere celebrar elecciones. Según El Confidencial Digital, que cita a altos cargos políticos en Castilla-La Mancha, el presidente autonómico se encuentra sumido en una “crisis política y personal” que hace “impredecible” cualquier movimiento. En ese sentido, aseguran que “se sabe en un callejón sin salida” y, por ese motivo, “amenaza con elecciones para intentar salvarse”.

Según dicho medio, Page es consciente de su “debilidad” y busca, “desesperadamente, una solución para mantenerse al frente del Ejecutivo autonómico. Por ese motivo amenazó con nuevas elecciones a Podemos: la formación morada está también rota y podría preferir apoyar los Presupuestos”. Esa maniobra persigue un segundo objetivo si cabe más importante, y “más partidista que institucional: paralizar, a través de ese adelanto electoral, el congreso del PSOE de Castilla-La Mancha, para el que se preparaba una candidatura alternativa al propio Page impulsada por tres cargos autonómicos claramente sanchistas”.

La candidatura alternativa estaría promovida por los tres castellano-manchegos que entraron el domingo pasado en la ejecutiva federal de Pedro Sánchez: La alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón; la ex consejera Magdalena Valerio y el secretario provincial de Albacete, Manuel González Ramos. Éste sería “el favorito” de Pedro Sánchez para disputar el liderazgo a Page, pero no descartan que puedan hacerlo Tolón o Valerio, e incluso dan el nombre del presidente de la Diputación de Ciudad Real, José Manuel Caballero, como otra posible alternativa teniendo en cuenta que “también es afín a Pedro Sánchez”.

La teoría no está mal, aunque tiene dos lagunas importantes. Primera: Page planteó la posibilidad de adelantar las elecciones antes de que Pedro Sánchez ganara el Congreso. Segunda: Los tres nuevos miembros de la dirección nacional se han mostrado en todo momento a favor de que Page siga al frente de la secretaría regional. Y una tercera: José Manuel Caballero no ha apoyado a Sánchez en el proceso de primarias sino a Susana Díaz, por lo que difícilmente puede ser considerado “afín” al repuesto secretario federal.