El anuncio de LaLiga tras la decisión del Gobierno de jugar los encuentros de Primera y Segunda División sin público las próximas dos jornadas para atajar la amenaza del coronavirus ha dejado varios frentes abiertos. La medida no ha convencido a todas las partes y se prevé que de aquí al fin de semana la situación pueda cambiar. Además, todo está en el aire mientras la situación con la epidemia cambia prácticamente casi cada hora.

Varios clubes y, sobre todo, los jugadores a través del sindicato de la Asociación de Futbolistas Españoles han planteado su interés por suspender la competición durante el tiempo que planteó el Consejo Superior de Deportes de 15 días. La posibilidad de que, si desde el Gobierno y los órganos responsables del fútbol nacional no acatan esta decisión, los futbolistas se puedan negar a jugar es más que real.

LaLiga reaccionó rápido y, en un escueto comunicado, explicó que no tomarían la decisión de parar la competición de forma provisional si el Gobierno no lo pedía directamente. Eso sí, ya eran varias las informaciones durante la noche del martes que apuntaban a que el organismo está planteando ya esa situación y preparando un plan para la suspensión temporal.

Los 22 protagonistas en el Valencia - Atalanta de la Champions League en un Mestalla vacío EFE

Miedo al contagio

La razón básica de clubes y jugadores para apoyar su idea de la suspensión del campeonato es el miedo a que un jugador, miembro del cuerpo técnico o de la directiva se contagie de coronavirus. Jugar a puerta cerrada no ataja que cualquiera de estas personas puedan provocar que sus rivales o, incluso, sus propios compañeros, puedan padecer esta epidemia.

Fue el mismo miedo que planteó la Asociación de Futbolistas Italianos (AIC) y que terminó en esa suspensión. De hecho, tanto este organismo con AFE plantearon antes de que acabase este martes a UEFA que se suspendieran los partidos con equipos españoles e italianos; desde el Juventus - Real Madrid de la Youth League de este miércoles hasta los de Europa League entre Inter y Getafe y Sevilla y Roma.

El peligro de un contagio dentro del seno de cualquier equipo es ya una realidad. El presidente de Olympiacos dio positivo este martes y ha provocado que se aplace el partido entre el Manchester City y el Arsenal que se iba a disputar este miércoles, después de que los londinenses jugasen la semana pasada contra los griegos en Europa League, y que el Wolverhampton haya pedido a UEFA el aplazamiento de su partido de esa misma competición contra el conjunto heleno por la misma razón.

Eibar - Real Sociedad EFE

El problema del calendario

El gran problema que están asumiendo las grandes ligas a la hora de pensar en la suspensión de sus campeonatos es el problema que existe con el calendario. Un año con Eurocopa y Juegos Olímpicos limita las fechas disponibles y la solución no pasa por jugar los encuentros de forma más concentrada más adelante ya que la mayoría de convenios de jugadores impiden que haya partidos sin 48 horas de descanso entre ellos.

En Italia, con la Serie A suspendida, han planteado varias medidas para acabar con el campeonato que no han convencido a nadie. La primera opción es hacer como que esta temporada no ha existido y no haya campeón ni descensos. Otra sería acabar la liga tal y cómo está proclamando campeón al actual líder y con los descensos de los equipos que ocupan las tres últimas posiciones. Otro planteamiento es hacer un playoff por el título y el descenso. Pero lo que todos desean es que se pueda disputar lo que resta de campeonato con normalidad.

La sensación generalizada es que, si a las grandes ligas no le queda más remedio que suspender la competición, UEFA tendría que tomar la decisión de aplazar la Eurocopa para poder terminar las competiciones nacionales. En función de cómo evolucionen los acontecimientos con el coronavirus, el lío con los calendarios puede ser aún mayor.

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