Éder Gabriel Militao está a 48 horas del mayor reto que ha tenido delante en su vida. A sus 22 años ya vivió emociones muy fuertes. Con 20, abandona su São Paulo natal para volar a Europa. Con la misma edad afronta el reto de asentarse en un club de élite como el Oporto. Con 21, el chico tímido de Sertãozinho llega a la capital de España para fichar por el Real Madrid.

Ahora, quiere demostrar que puede reemplazar al mejor central del mundo, a una leyenda del madridismo, al capitán del equipo. Manchester le espera en esa eliminatoria que afrontará el equipo de Zinedine Zidane ante el City sin Sergio Ramos. Militao disputará lo más parecido al partido en el que siempre soñó con despuntar. Lo hará con la camiseta blanca, lo que implica el doble de presión.

Por si fuera poco brillante el foco que le apunta, tendrá que ayudar a sus compañeros y al madridismo a remontar el 1-2 en contra que cosecharon en el Santiago Bernabéu allá por el mes de febrero. Después de haber ganado su primera Liga, de haber destacado en un par de actuaciones más y de recibir la atención y los consejos del hombre al que va a sustituir y de Raphaël Varane, Éder afronta lleno de confianza la hazaña de llevar al equipo merengue hacia Lisboa.

Militão en el espejo

El brasileño es consciente de que todo pasa por sí mismo. Él es su peor enemigo. La presión que cae sobre los hombros de cualquier jugador que salta a un campo de fútbol a defender el escudo del Real Madrid no es comparable a cualquier otra en este deporte. Controlar esa tara con la que saltan al césped los integrantes de la plantilla del club más laureado de la historia en la Champions League será su gran baza.

Eder Militao, durante el encuentro de la Copa del Rey ante la Real Sociedad REUTERS

Y es que escuchar el himno de la máxima competición continental llevando la casaca blanca implica también ese grado extra de responsabilidad que supone defender el trono de 'Rey de Europa'. Para cualquier joven futbolista esta cuestión no es sencilla y más para un carácter que aún está en formación como el de Militao. Este viernes encontrará una gran piedra que pulirá esa fortaleza mental.

Manchester City y el pasado

El equipo inglés que tendrá delante este viernes ya le tenia en su agenda justo antes de fichar por el Oporto. Allá por 2018, el São Paulo pedía una gran suma de millones por el talentoso central en ciernes. El City vio un coste exagerado como para hacerse con sus intereses y finalmente terminaría viajando a la capital del Duero en Portugal para comenzar su, hasta ahora, carrera exitosa en Europa.

Raphael Varane celebra el segundo gol del Real Madrid al Getafe con Eder Militao REUTERS

Militao tiene una razón más para querer destacar ante ese equipo que no se decidió a apostar ciegamente por la calidad que empezaba a demostrar en el Brasileirão y en las categorías inferiores de la selección brasileña. En frente estará Pep Guardiola, el mismo que no terminó atreviéndose a firmarle como nuevo jugador citizen.

El madridismo, atento

Meterse en el corazón de la afición del Real Madrid no es una tarea para nada sencilla. Militao no lo ha tenido fácil desde su llegada. Ese traspié al comienzo de la Champions contra el Paris Saint-Germain le dejó bastante marcado para el resto de la temporada. Poco a poco ha ido superando ese comienzo titubeante para asentarse como el central suplente.

Ese es el siguiente gran reto que viene de la mano de conseguir la remontada ante el Manchester City. Una buena actuación en el Reino Unido y regresar de las islas británicas con el pase a los cuartos de final supondría el bonito comienzo de una relación que pretende ser longeva. Con el reflejo de Pepe en el agua, ahora Militao busca esa gran noche que despeje las dudas por fin sobre su figura.

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