El Real Madrid y el Manchester City se dan cita este viernes en un duelo que va más allá de lo deportivo. La rivalidad de Pep Guardiola con el club blanco lo lleva a un trasfondo en el que, el que salga vencedor, sumará un triunfo moral y dará un argumento más a su parte de la opinión pública para respaldar su apoyo. El catalán se llevó la primera victoria, pero no ganó la guerra.

El técnico de Sampedor sigue viviendo de sus éxitos con el Barça ya que con el Bayern y, hasta ahora, con el City, no consiguió batir al 'Rey de Europa'. Con ese precedente llega el partido del Etihad Stadium en el que Guardiola tendrá la ventaja a priori y 90 minutos para demostrar que su apuesta en Manchester por fin tiene sentido. Aún así, hasta el 1-2 parece insuficiente para afrontar con tranquilidad esta cita.

La cuenta de sus años en Inglaterra supera los 700 millones gastados, por lo que su crédito se va agotando después de no sumar aún ningún título de la máxima competición continental. La tarjeta sin fondo de gasto que refrendó el TAS con su decisión de suavizar la sanción del Fair Play Financiero volverá a funcionar, pero el palo de caer contra el Real Madrid después de tenerlo todo a favor no podría compensarlo todo el dinero del mundo.

Pep Guardiola, durante la semifinal frente al Arsenal de la FA Cup REUTERS

Con una ventana de traspasos afectada este verano por la crisis económica que ha traído consigo el coronavirus, el Manchester City y sus petrodólares pretenden seguir atrayendo talento. Después de la fuga de Leroy Sané, todo apunta a que Ferrán Torres y Nathan Aké serán las apuestas de Guardiola para la próxima temporada y no sería nada descabellado pensar que pudiera llegar algún delantero más. Todo eso llegará después de buscar entrar en la burbuja de Lisboa y levantar, por fin, la Champions League con el conjunto británico.

103 fichajes después

Concretamente, Pep Guardiola se ha gastado desde que llegó el 1 de julio de 2016 al Manchester City 781.408.181 euros. Comenzó fuerte su etapa en Reino Unido pujando por el que fue entonces el defensa más caro del mundo, John Stones, con más de 55 millones de puja. Ese mismo año Leroy Sané, ya fuera del equipo, Gabriel Jesús, Ilkay Gundogan, Claudio Bravo y Nolito sumarían 120 millones más.

Después de fracasar en Champions y no ganar la Premier, subiría aún más su apuesta centrando sus esfuerzos en mejorar la defensa. Benjamin Mendy, Kyle Walker, Danilo y, sobre todo, Aymeric Laporte, que superaría la cantidad pagada la temporada anterior por Stones con 65 millones de euros, conformaban la defensa más cara del mundo con un coste de 205 millones. A estos habría que sumar el fichaje de Ederson para la portería, 40 millones más, y el de Bernardo Silva, otros 50.

Pep Guardiola, Ilkay Gundogan, Raheem Sterling y John Stones, durante un partido del Manchester City REUTERS

Conseguiría la Premier de los 100 puntos, pero no encontraría solución al problema en Europa. Con la tarjeta de crédito temblando por los movimientos de los últimos años, en la 2018/2019 solo se apostó por un nombre: Riyad Mahrez. 67,8 millones fue la apuesta por el jugador argelino que se ha quedado con un papel más bien suplente con Sterling y Bernardo Silva por delante de él.

Volvería a sumar una nueva Premier, y un nuevo fracaso en la Champions. Por ello Guardiola buscó reforzar su defensa con un cambio de cromos, Joao Cancelo por Danilo, y una apuesta personal para el centro del campo de corte más defensivo. Le pagó al Atlético de Madrid 70 millones por Rodri convirtiéndose en el fichaje más caro que ha hecho el catalán hasta la fecha en cualquier equipo.

El fantasma de Munich

Después de esta larga lista de la compra, Guardiola encara la oportunidad más clara de imponerse de nuevo al Real Madrid en Europa desde que lo hiciera por última vez con el Barça en 2012. Después, en 2014, vivió el fantasma de Múnich en el que los blancos le endosaron cuatro goles en el Allianz, cinco en el global de la eliminatoria. Una cita que seguramente marque a Pep a la hora de plantear el encuentro. De su venganza personal a confirmar que toda esta apuesta en forma de fichajes ha tenido sentido. La presión, sin duda, está del lado del catalán.

[Más información: Isco, el fichaje imposible de Guardiola: no se moverá del Real Madrid]

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