"Sí. Realmente confío en Gareth Bale, como en todos". Esas palabras fueron las que se limitó a decir Zinedine Zidane cuando le preguntaron este sábado en rueda de prensa por el futbolista galés. Evitó entrar en debates como acostumbra. Pero si algo ha permitido sacar en claro después de tanto tiempo escuchando al técnico francés en la sala de prensa, es sacar de su mensaje uno más claro y directo.

Es obvio que a Zidane le cansa el tema Bale. Lleva siendo así desde antes del parón e incluso podría decirse que desde verano, cuando le abrió la puerta públicamente. Siempre que le sacan a Bale en rueda de prensa, sus respuestas son igual de concisas y casi siempre van acompañadas de un rostro serio. Salvo la vez que habló abiertamente de su marcha, nunca ha tenido palabras malas para quien considera un jugador más de su plantilla.

El asunto Bale es muy complejo. Zidane sigue convencido de que lo mejor es tenerle enchufado por lo que puede aportar, pero cada vez se ha convertido en algo más difícil. Lo volvió a intentar frente al Eibar tras tres meses de parón. La respuesta de Bale fue pasar inadvertido sobre el campo durante media como ya lo hizo ante el Manchester City. Tras aquello, Zidane le dejó sin jugar ante el Barcelona y el Betis.

Del Manchester City al Eibar

Una nueva decepción de Bale y Zidane respondió dejándole sin jugar ni un solo minuto frente al Valencia. Ni los cinco cambios ni la exigencia del calendario están beneficiando a Bale, que con actuaciones como la del Eibar sigue perdiendo la poca confianza que pueda quedar en Zidane en él.

Bale, contra el Eibar EFE

Desconexión total. Así es como ven a Bale los que trabajan con él. El galés sigue entrenándose a tope e incluso se dijo durante el parón que era el futbolista que mejor veía preparado el cuerpo técnico físicamente. Unas molestias le frenaron poco antes de volver La Liga y su reaparición estuvo lejos de lo que se dijo de él durante la 'minipretemporada'.

Bale está siendo estas semanas más protagonista fuera del campo que en él. Lo es en los entrenamientos, donde ya acostumbra a posar con una sucesión de escenas de golf. Desde preparar el golpeo hasta marcar el 'hoyo', como hizo este sábado. En los partidos se siguen más sus gestos en el banquillo, que no corresponden con los de un futbolista enfadado por no jugar.

Las apuestas, en contra de Bale

No hay grandes atisbos de mejoras en la situación de Bale con Zidane. El regreso de Marco Asensio ante el Valencia dejó claro quién será el dueño de la banda derecha cuando esté al cien por cien. Mientras tanto, Zidane prefirió elegir a Rodrygo en el primer partido y a cuatro centrocampistas contra los valencianistas. Contra la Real Sociedad el favorito es Vinicius, que hasta ahora tras el parón no ha sido nunca titular aunque ha jugado en los dos partidos como suplente.



Las apuestas cada vez colocan a Bale más lejos de ser titular. En algún momento podría llegarle ya que Zidane quiere a todos sus jugadores en forma y que la carga de partidos no les machaque, pero no genera demasiadas expectativas. Zidane va perdiendo su confianza en Bale, si es que queda ya algo. La reacción de Bale es urgente si quiere contar algo en la recta final de la temporada y que lo que le espere no sea lo de James Rodríguez. Lo del colombiano todavía es peor y ni siquiera ha jugado en los dos partidos.

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