El Real Madrid afronta 2020 en plenitud. Los primeros compases del nuevo año han dejado un nuevo título en las vitrinas del club blanco y Zidane busca asentar la confianza del equipo para afrontar el frenético tramo de temporada que le queda a los madridistas. 

El Sevilla de Julen Lopetegui será el primer obstáculo que el conjunto blanco tendrá que superar en la segunda vuelta de temporada, tras haber iniciado el año con una victoria ante el Getafe (0-3) en Liga y dos ante Valencia (1-3) y Atlético de Madrid (4-1 en penaltis) en la Supercopa de España.

Precisamente es este título el que ha dado la tranquilidad necesaria a la plantilla para afrontar los próximos partidos sin presión. Tras los empates ante Valencia y Barcelona en el mes de diciembre, la plantilla necesitaba certificar su buen momento de forma con resultados. 

Tranquilidad con la Supercopa 

La Supercopa fue un escenario perfecto para ello, asestando un golpe certero al Barcelona, en calidad de rival directo, levantando el primer título en juego en 2020. Una inyección de moral y confianza para los jugadores del Real Madrid, poco antes de iniciar el primer 'Tourmalet' del año ante el Sevilla.

Los de Lopetegui son un partido trampa. Un encuentro en el que los hispalenses llegan como cuartos de Liga; como tapados que buscan dar la sorpresa en el Santiago Bernabéu en su carrera por asegurar su plaza Champions para la próxima temporada. Además tienen a su favor con que Julen conoce muy de cerca los entresijos de la plantilla madridista tras su paso por Valdebebas como entrenador del primer equipo.

El Real Madrid no puede distraerse y dejar escapar puntos, ya que en apenas dos semanas tendrá que afrontar el tercer derbi de la temporada contra el Atlético de Madrid: la antesala de los duelos de Champions ante el Manchester City de Pep Guardiola y El Clásico ante el nuevo Barça de Quique Setién. 

Zidane rebaja la euforia 

Las prisas no son buenas compañeras en el fútbol y Zidane sabe que el equipo necesita no tener presión añadida por ganar. Un título desahoga mucho el hambre del equipo y reafirma las virtudes sobre el terreno de juego. Algo que él mismo ha manifestado en la rueda de prensa previa al partido contra el Sevilla. 

"La Supercopa un objetivo cumplido. Queríamos conseguir este primer título. Habíamos conseguido ganar este título antes con muchas dificultades. Pero es muy importante conseguirlo para el resto de la temporada. Sabemos que lo que queda es difícil. Tenemos que seguir trabajando para conseguir los objetivos", señaló el técnico del Real Madrid. 

Ahora queda por ver como maneja el Real Madrid la situación. La plantilla necesita mantenerse concentrada y no desviarse por el camino trazado por Zidane. El trabajo en los últimos meses para reconducir la situación tras la debacle de Mallorca ha sido difícil, pero ahora todo se ha estabilizado y el equipo necesita no mostrar fisuras. 

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