Uno de los mayores responsables de la metamorfosis de juego que ha sufrido el Real Madrid en las últimas semanas es Fede Valverde. El uruguayo se ha convertido en una pieza indispensable para Zidane en el centro del campo y su incidencia en el equipo va a más conforme avanzan las jornadas. Algo que le convierten en el futuro líder del proyecto en la medular de cara a los próximos años.

Valverde llegó al Real Madrid como una promesa más dentro de la política de fichajes del club blanco. Era difícil presagiar que el uruguayo terminaría haciéndose un hueco en el equipo de esta manera: en silencio, sin estridencias y con mucha mesura. Ha ido convenciendo al cuerpo técnico del conjunto blanco de forma progresiva, aunque en este inicio de Liga ha quemado etapas a un ritmo vertiginoso.

A pesar de tener solo 21 años, 'El Pajarito' se desempeña como un jugador veterano en la plantilla. Su timidez está presente, pero ha ido desapareciendo con el paso de los partidos a base de confianza y buenas actuaciones. La presión no le puede y está demostrando que su techo es aún un elemento desconocido para todos. 

Zidane ha estructura a su nuevo Real Madrid sobre él. Se trata de la pieza clave del centro del campo, ya que su potencia ayuda a romper línea y llegar desde segunda línea para sorprender en ataque. Sin embargo, también es un jugador fundamental para mantener al equipo unido. Arropado por Kroos y Casemiro, su proyección es aún muy larga. 

En el último Clásico que el Real Madrid jugó en el Camp Nou frente al Barcelona, Valverde se salió. No tuvo límite. Su derroche físico estuvo patente desde el minuto 1 hasta que Zidane le cambió en la segunda parte. Se había vaciado en el terreno de juego en un partido en el que los blancos dominaron y sometieron a los azulgranas. Solo le faltó marcar para obtener la matrícula de honor.

Y pudo hacerlo. Valverde aportó despliegue físico, recuperación de balón y llegada. Precisamente, con sus disparos desde segunda línea, estuvo a punto de batir a Ter Stegen y adelantar al Real Madrid en el partido. No se arrugó a pesar de ser su primer Clásico y demostró que psicologicamente es ajena a la presión y el balón no le quema. 

Aún tiene margen de mejora y los blancos se aseguraron su continuidad con una renovación hasta 2025. Será el líder del centro del campo del futuro que planifica el Madrid para el próximo año. Con Kroos y Cassemiro como pilares, y un Paul Pogba que el club intentará incorporar como guinda del pastel (explicando el plan del Madrid para intentar ficharle).

Actualmente reune todos los requisitos para ser un futbolista importante en el Real Madrid, algo que no muchos pueden decir con tan solo 21 años. Su carácter, capacidad de sacrificio y calidad con el balón en los pies le convierten en una joya de presente y futuro para el club. 

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