Nuevo partido del Real Madrid y otro encuentro más de los blancos sin conocer la derrota... y ya van once. Rodrygo y Benzema fueron los elegidos por Zidane para formar la pareja atacante contra el Valencia. Con este cambio en el sistema, del 4-3-3 al 4-4-2 con rumbo en la medular e Isco en la zona de la mediapunta, Bale se quedó en el banquillo en Mestalla.

El galés volvió a ser suplente, pero lejos de mostrar una cara seria, se divirtió de lo lindo jugando una botella de agua. Bautizado como el 'Bottle flip challenge' y todo por esos malabares de Gareth Bale que le entretuvieron antes de que llegase su momento y que también llamaron la atención del resto de ocupantes del banquillo madridista.

El '11' blanco dejó a un lado su botella cuando le llamaron para que comenzase el calentamiento previo a ingresar en el terreno de juego. Bale fue uno de los primeros cambios elegidos por Zidane para cambiar el ritmo del partido y dotar de más verticalidad al juego del Real Madrid. Aunque el de Cardiff no pudo poner su granito de arena para que el conjunto merengue se llevase los tres puntos de vuelta a la capital.

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