Tan solo faltan dos días para que el Real Madrid aterrice en el Camp Nou con el objetivo de asaltar el liderato de La Liga de forma definitiva. El conjunto blanco llega a la cita en plenitud, con el equipo descansado y con hambre de éxito. Algo que está centrando las miradas en Gareth Bale y su posible titularidad en Barcelona.

El Real Madrid salió vivo de Mestalla, con una dosis de motivación extra y la plantilla en condiciones físicas óptimas. Y es que, aunque es verdad que el desgaste fue notorio, lo cierto es que la clave fundamental es que Casemiro descansó los 90 minutos y podrá estar el miércoles a pleno rendimiento.

El mismo camino que siguió Gareth Bale, que, a pesar de jugar 22 minutos, no fue titular. El gales llevaba varios partidos al margen, trabajando en Valdebebas para superar sus problemas físicos sin precipitarse. De hecho, Zidane le ha cuidado especialmente para no arriesgar.

Clave con espacios

Su incidencia en el juego del Real Madrid es trascendental si se encuentra en un buen momento de forma. El jugador siempre ha rendido en las noches importantes y la del miércoles está marcada en rojo en el calendario merengue. En la retina de los aficionados aún queda su cabalgada con Marc Bartra en banda que llevó la Copa del Rey 2014 a las vitrinas del Santiago Bernabéu.

Bartra y Bale durante el segundo gol de la final de la Copa del Rey en 2014 REUTERS

Aún se desconoce si Zidane apostará por él en el Camp Nou, ya que compite de forma directa por dos puestos con Isco y Rodrygo; ya sea en banda izquierda o como acompañante de Benzema desde la derecha.

El ex del Tottenham llega en plenitud al Camp Nou y Zidane sabe que su velocidad al espacio puede dinamitar el entramado defensivo del Barcelona. El gales podría descolgarse en ataque para recibir balones en profundidad a la espalda de la defensa azulgrana, una clave que el Madrid puede manejar como arma oculta.

Aunque no se sabe cuánto, lo que sí es seguro que jugará. Ya sea como titular o como revulsivo en la segunda parte, Bale tendrá minutos en el Camp Nou y en su mano estará intentar ser protagonista.

Para él se trata de una oportunidad única dé reconciliarse con la parroquia madridista y volver a centrar el foco en lo puramente deportivo; sobre todo tras toda la polémica que le ha rodeado esta temporada.

Compromiso defensivo

A pesar de todo ello, no todo son alabanzas para Bale. El delantero es un arma de doble filo para el Real Madrid, ya que es un jugador inestable que en muchas ocasiones ha terminado desconectado del equipo durante los partidos.

Gareth Bale presionado por Lucas Perez REUTERS

En sus últimas actuaciones con la elástica blanca ha demostrado compromiso en materia defensiva. El jugador ha trabajado sin balón en la presión y la recuperación, algo que le hace sumar puntos en Concha Espina.

En el Camp Nou tendrá que estar concentrado y concienciado en trabajar en torno a todo lo que necesite el equipo. De no estarlo puede perjudicar a sus compañeros en el balance defensivo del Real Madrid, permitiendo mayores opciones al Barça para poner en jaque a Zidane.

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