La inestabilidad política y social que rodea al Clásico del próximo 18 de diciembre entre Barça y Real Madrid sigue dando de que hablar. Tsunami Democràtic se ha propuesto dinamitar el encuentro con movilizaciones y actos antes, durante y después del encuentro. Una fórmula con la que pretenden ganar protagonismo usando el partido como altavoz reivindicativo.

En las últimas horas se ha conocido que el Barça ha negociado de forma informal con la plataforma para intentar pactar actuaciones que fueran compatibles con la celebración del partido y las reivindicaciones políticas. Así lo ha informado la Agencia Catalana de Noticias (ACN), señalando que el club azulgrana y Tsunami Democràtic se reunieron a través de un intermediario hace ya dos semanas.

La propuesta de Tsunami 

El Fútbol Club Barcelona rechazó la propuesta de Tsunami para desplegar una gran pancarta con un mensaje propio durante un momento visible del partido. El motivo del club para oponerse a este acto se debe a que la lona requería mecanismos y poleas para su despliegue, lo que refleja un acto de colaboración que no querían asumir, tal y cómo confirmaron fuentes de la propia entidad catalana. 

Algunos aficionados sujetan esteladas durante un momento de la final de 2015 Reuters

El Barça no quiere aceptar un nivel de implicación tan elevado en las reividincaciones. Su postura es la de defender la libertad de expresión, tal y cómo han manifestado públicamente, pero sin actuar de forma tan explícita. Esto hizo que el club realizara una contraoferta a Tsunami Democratic, propiniendo el despliegue de una lona más pequeña por parte de los socios azulgranas o que los asistentes portaran carteles más pequeños. 

Contraoferta del Barça

La misma fuente apunta a que el propio Barcelona comunicó a la plataforma que tienen previsto desplegar un mural antes del partido, pero que les sobrarían cinco minutos antes del pitido inicial, y otros tanto en el descanso, para que pudieran actuar.

Concentración convocada por Tsunami Democràtic Efe

La negociación no fue a más después de que Tsunami declinara la oferta del Barcelona, ya que la plataforma pensaba que hubiera una mayor implicación del club para acometer las reivindicaciones. 

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