El Santiago Bernabéu siempre ha destacado por distinguir a los grandes jugadores del fútbol cada vez que pisaban su césped. Sea con la camiseta blanca o con otra, levantar a su público de los asientos es sinónimo de confirmación ante el mundo como futbolista de talla mundial. Es como uno de los premios que te diferencian del resto, un 'Balón de Oro' particular.

Como a Ronaldinho, Beckham, Iniesta, Raúl y una larga lista, Fede Valverde vivió su primera gran ovación el pasado martes en Champions League ante el PSG. El gran partido que se marcó el uruguayo ante los parisinos fue la excusa para que el Santiago Bernabéu le reconociera su gran trabajo en este inicio de temporada.

Y es que Valverde es de una raza de jugador que no existía en la plantilla del Real Madrid en la última temporada. El fútbol actual requiere que tengas en tu equipo un 'box to box' y el equipo blanco se ha adelantado en el mercado con la confianza que ha depositado en su centrocampista y con el salto de calidad con el que ha respondido el jugador merengue.

Mikel Merino y Fede Valverde, en el Real Madrid - Real Sociedad de La Liga EFE

Un mediocentro único

Despliegue físico, capacidad de robo, buen toque de balón, una gran conducción y olfato goleador con su llegada a las inmediaciones del área. Con esas características Valverde le ha dado un nuevo color al centro del campo del Madrid. La gran noticia del conjunto de Zinedine Zidane en lo que va de año ha destacado por esa intensidad que le hace estar en muchas partes del campo.

Aún así, en Champions League, por poner un ejemplo, no es el que más kilómetros acumula del equipo. Toni Kroos, Dani Carvajal y Casemiro tienen un promedio más alto de distancia recorrida por partido, pero marca la diferencia por el hecho de saber estar en el momento en el que hace falta estar.

Lo decía el presidente de Peñarol, el club en el que creció, en una entrevista reciente. Jorge Barrera explicaba que "cada día son más importantes las condiciones atléticas y las condiciones futbolísticas, pero también la fortaleza mental, entender el juego". Es esa forma de tener criterio a la hora de elegir el momento en el que tiene que demostrar su despliegue el que hace que "Federico está demostrando ser uno de los grandes valores del mundo".

Paul Pogba en un partido de esta temporada Reuters

La posición de moda

Quizá el momento que marcó el cambio de tendencia fue el Mundial de Rusia de 2018. Francia se impuso con un centro del campo sin jugadores creativos, en el que predominaba el poderío físico y en el que la palabra "incansable" era la que mejor les definía. N'golo Kanté, Paul Pogba y Blaise Matuidi, sin darse cuenta, estaban cambiando una tendencia en el fútbol.

Sobre todo en el caso del jugador del Manchester United, que es el que más casa con la idea de 'box to box'. Pogba no lleva sonando desde la temporada pasada para fichar por el Real Madrid por casualidad. Dejando a un lado su calidad, el Real Madrid necesitaba un jugador de este perfil en su plantilla para poder competir por los grandes títulos como el resto de grandes plantillas europeas.

Sin ir más lejos, en la última final de Champions League cada equipo tenía en su once un 'box to box'. Georgino Wijnaldum ha adquirido una importancia increíble en el Liverpool desde que se encontró con Jurgen Klopp, así como Dele Alli llevó a Mauricio Pochettino y a su Tottenham a progresar tanto en tan poco tiempo desde su presentación al mundo.

Fede Valverde marca su primer gol con la camiseta del Real Madrid

Pero es que si te fijas en otros grandes equipos también encuentras jugadores de este tipo. En el Ajax está un Donny Van de Beek que también sonó el último verano para los blancos. El gran rival, el Barça, cuenta con Ivan Rakitic y Arturo Vidal en sus filas, dos prototipos de 'box to box'. El Bayern ha encontrado en Corentin Tolisso su jugador de este tipo. Incluso el vecino, el Atlético de Madrid, tiene a Saúl Ñíguez y a Thomas Partey como jugadores que pueden desenvolverse muy bien en esta posición.

Adelantarse al mercado

La aparición de Fede Valverde ha sido un gran movimiento, sobre todo, por su coste. El uruguayo llegó hace tres temporadas a la entidad blanca a cambio de cinco millones de euros. Era una apuesta de futuro que ha llevado su cocción a fuego lento y que ante la necesidad de éxito inmediato trajo consigo críticas.

Ahora que el uruguayo es un jugador de primer nivel, es cuando se alaba el movimiento que vuelve a confirmar el éxito que supone esta nueva fórmula de abordar el mercado a la que la afición del Madrid se ha acostumbrado. Valverde, Martin Odegaard, Vinicius Junior o Rodrygo Goes son la vacuna contra los precios por encima de los 150 millones que supondría un jugador ya hecho en el fútbol del primer nivel.

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