El Real Madrid brilló. Lo hizo como hacía mucho tiempo que no se veía. Los jugadores de Zinedine Zidane volvieron a ser aquellos que conquistaron tres Champions League seguidas. Y volvieron en la Champions, su competición. Cuajaron un partidazo en el que lograron minimizar a otro de los clubes más poderosos del continente... hasta que sucedió la tragedia en apenas dos minutos. El resultado final (2-2) no refleja lo que realmente se vio sobre el césped del Santiago Bernabéu.

Se vio al mejor Real Madrid y la mejor versión de sus estrellas: Benzema, Hazard, Valverde, Kroos... Zidane tiene su mérito y es que arriesgó con el esquema y varias apuestas de cosecha propia y acertó. Hasta el estadio volvió a rugir como hacía mucho tiempo que no hacía. Todo salió a pedir de boca, salvo esos dos goles de Mbappé y Sarabia que lo acabaron empañando todo.

Tenía una dura prueba por delante el Madrid y se volvió a ver al Madrid del Leganés, del Galatasaray, del Eibar, de la Real... pero ahora contra un equipo de primerísimo nivel y con estrellas como Mbappé o Neymar en frente. Varias claves explican la imagen que dio el Madrid y otras dan razón a que el resultado acabara siendo el que fue.

Los aciertos del Madrid

El mejor Hazard junto al mejor Benzema

Hazard ya es el del Chelsea, el que fichó el Madrid en verano. Había puesto la directa en los últimos partidos y ante el PSG culminó su crecimiento de blanco. Ensanchó al equipo, se divirtió con libertad sobre la frontal y fue letal como mejor socio de un Benzema que sigue siendo uno de los jugadores más en forma del mundo.

Karim Benzema celebra el primer gol del Real Madrid al PSG en el Santiago Bernabéu REUTERS

Isco y el 4-4-2

El once de Zidane sorprendió. Volvía Isco y volvía el rombo. El malagueño ocupó la posición de '10', dotando de mayor libertad a Hazard en la lanza de ataque. Isco, que venía de jugar muy poco, estuvo sobresaliente y aportó tanto en ataque como en defensa siendo ese comodín en el centro del campo blanco.

Fede Valverde, imperial

Otro partidazo de Valverde, que se marchó del campo ovacionado y con todo el estadio en pie. Su compromiso es espectacular y en cada partido lo da todo actuando de box-to-box. Suma (y mucho) en ataque con su cabalgada, pero ayer sobre todo mostró un espectacular despliegue físico haciendo sudar a Mbappé.

Bernabéu y equipo en comunión

Fue una noche grande en el coliseo blanco. Desde el primer momento el equipo apretó y eso lo agradeció un estadio que fue en comuna con los jugadores. Se reconoció el esfuerzo de los jugadores y pese al resultado final se despidió al equipo con aplausos. Este partido reconcilia definitivamente al equipo con el madridismo.

Los errores del Madrid

La falta de pegada

El dominio del Madrid quedó plasmado en las estadísticas. Hasta 27 veces remataron los de Zidane. En la primera parte fueron un rodillo, pero la renta con la que se marcharon al descanso (1-0) fue insuficiente. Se tardó demasiado en meter el segundo y se perdonaron muchas ocasiones. Al PSG le hizo falta mucho menos para hacer sus dos goles.

Varane anima a Courtois REUTERS

Un regalo inoportuno

El error en el primer gol del PSG dio alas al club galo. Jugada trágica de Marcelo, Varane y Courtois, falta de entendimiento y Mbappé lo aprovecha para meter a su equipo en el partido justo cuando acababan de encajar el segundo y el choque estaba visto para sentencia. Tras ello, el equipo se vino abajo lo justo para que los de Tuchel pusieran el empate en el marcador en un visto y no visto.

El cambio de Valverde

Qué hubiera pasado si Valverde hubiera aguantado hasta el final... Su salida del campo (que no la entrada de Modric) explica por qué el Madrid se vino abajo. Se notó mucho su ausencia, aunque Zidane explicó en rueda de prensa que el cambio se debió al tremendo esfuerzo que había realizado el jugador, que le había desgastado.

La lesión Hazard

Más que un error, es un infortunio. Y de los gordos. Hubiera sido más fácil con él que el segundo del Madrid hubiera llegado antes. Su tobillo y la forma en la que abandonó el campo puso a todo el madridismo con las manos en la cabeza. El Clásico está a la vuelta de la esquina y se temió lo peor. Según avanzó la noche, las sensaciones fueron mejorando.

[Más información: El Real Madrid se exhibe, perdona y regala un empate al PSG tras desaprovechar un 2-0]

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