El Real Madrid ganó con solvencia en Ipurua ante el Eibar. Una victoria más para un revitalizado Zinedine Zidane que en las últimas semanas ha pasado de estar en entredicho a reforzar su posición y recuperar la ilusión. El equipo ya recuerda a aquel que lo ganó todo en la anterior etapa del técnico francés en el banquillo blanco y lo hace gracias a la fiel apuesta de su entrenador con sus políticas.

Una de las más reconocidas en el manual de Zidane es su plan de rotaciones. Su equipo está formado por 26 jugadores y los quiere a todos al máximo para cuando llegue la hora de la verdad. Lo hizo años atrás con los Isco, Morata o Kovacic cuando estaban en la segunda línea y lo va haciendo ahora también con los Rodrygo, Valverde (ambos son ya titulares) o Jovic.

Contra el Eibar aprovechó para dar minutos desde el banquillo a tres de los más necesitados de su plantilla. Vinicius, Isco y Brahim tuvieron los minutos que tanta falta les hacen por diferentes motivos. Aunque ninguno tuvo un papel destacado en un partido que ya estaba sentenciado desde la primera mitad, Zidane sabe que necesitan de oportunidades así para ir ganando rodaje y confianza.

Vinicius supera a un jugador del Eibar REUTERS

Vinicius, Isco y Brahim

Vinicius, que se ha quedado ya hasta en dos ocasiones fuera de la convocatoria, trata de volver a ser aquel que sorprendió a todos el curso pasado y que no ha vuelto a ser desde su lesión ante el Ajax. Como Isco, cuyo nivel dista mucho del que ofreció en la última temporada de Zidane. Y Brahim, que apenas ha tenido oportunidades esta temporada pero con el que el técnico galo insiste en que se ha olvidado de él.

Zidane incluso dio la titularidad a Lucas Vázquez. El extremo gallego ha contado mucho en los planes del técnico blanco en este arranque de temporada, pero su situación era delicada por las críticas que recibió antes de su lesión. Unos problemas musculares y la irrupción de Rodrygo amenazaban con enterrarle en la rotación, pero Zidane le mandó un guiño con su titularidad en Ipurua. Fue reveladora la efusividad con la que el francés le dio la mano a Lucas cuando este fue sustituido en la segunda parte.

Rodrygo Goes y Karim Benzema Reuters

El efecto Rodrygo

Pero los gestos de Zidane no solo se han visto esta temporada en el partido de Ipurua. Hay otros dos casos claros que siguen la política del técnico galo: Rodrygo y Jovic. El del brasileño es el más claro, puesto que pasó de estar relegado al Castilla a ser ahora titular como la gran ilusión merengue. Todo cambió para él el día que salió desde el banquillo contra Osasuna y marcó. Aprovechó la oportunidad que le brindó Zidane y desde ahí solo ha ido cuesta arriba.

Recientemente se vio a Jovic ante el Leganés siguiendo los pasos de Rodrygo. Entró en la segunda mitad y no le bastó con meter un gol (el primer de blanco) sino que minutos antes también marcó otro que sería anulado. Unos problemas musculares le apartaron del equipo en Ipurua, pero esta se presentaba también como una gran oportunidad para el delantero serbio. Zidane quiere a los 26 enchufados y en la situación actual del equipo tras los últimos resultados tiene todo a favor para seguir con su política.

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