El parón de selecciones no ha detenido la dinámica de Zidane; al menos por completo. El técnico francés no ha dejado de trabajar para encontrar la fórmula de afrontar el primer Tourmalet de la temporada. Una semana en la que el Real Madrid tendrán que afrontar tres partidos y en la que hay en juego mucho más que nueve puntos.

Los internacionales del conjunto blanco han viajado con sus selecciones, mientras otros continúan trabajando en Valdebebas. Cuando termine el parón la próxima semana, el sábado, se iniciará una terna de tres partidos con Liga y Champions en juego. Los blancos tendrán que enfrentarse a Mallorca, Galatasaray y Barcelona en apenas siete días. Algo que requiere de un plan estratégico de actuación. 

El inestable inicio de temporada ha dejado al equipo con un sabor agridulce, ya que mientras en el campeonato doméstico son líderes, en Champions la situación es bien distinta. El Real Madrid perdió el primer encuentro contra el PSG (3-0) y empató el segundo en el Santiago Bernabéu contra el Brujas (2-2). Resultados que dejan a los merengues sin alternativa a conseguir una victoria en Turquía. 

Los jugadores del Brujas piden al árbitro que anule el gol de Casmeiro REUTERS

Por si fuera poco, El Clásico del próximo 26 de octubre será la segunda gran prueba de la temporada tras el desastre del Parque de los Príncipes. Un partido en el que los de Zidane quiere asentar su liderato y aumentar la distancia con el Barcelona. Sin embargo, se trata de un encuentro de máxima exigencia, en el Camp Nou, en el que los de Ernesto Valverde no cederán terreno con facilidad. 

Para conseguir superar con éxito esta semana de alto voltaje Zidane ha trazado un plan con la plantilla, a la espera de que el equipo se vuelva a concentrar tras el parón de selecciones. 

Vuelta a las rotaciones

El técnico francés es consciente que no puede permitirse exprimir a once titulares en apenas siete días, por lo que necesita poner en práctica su discurso y echar mano de los 25 jugadores que tiene en plantilla. Las rotaciones permitirán al equipo tener frescura y contar con variables para cada encuentro. Algo que Zidane lleva fomentando desde el inicio del curso. 

Trabajo específico 

Esta semana la plantilla del Real Madrid está dividida: unos se encuentran en Valdebebas ejercitándose con normalidad, mientras que otros están concentrados con sus selecciones con motivo del parón. Lo más importante es que la dinámica de trabajo no se detenga salvo en caso de lesión, con el objetivo de estar en plenas condiciones. 

Zidane en el Pizjuán. REUTERS

Vaciar la enfermería

Las lesiones han sido uno de los quebraderos de cabeza más importantes con el que ha tenido que lidiar el técnico francés desde la pretemporada. Actualmente, Kroos se encuentra fuera de combate, pero Zidane confía en recuperar al máximo a jugadores importantes como Mendy o Marcelo para que cojan ritmo de competición. 

Confianza y presión

Una de las claves para viajar al Camp Nou y poder competir con éxito ante el Barça es tener confianza y saber manejar la presión. El técnico debe conseguir que la plantilla esté concentrada, abstraída de todo lo ajeno al grupo y preparada para competir en cualquier momento. 

[Más información: Así reparte los minutos Zidane en el Madrid: James entra en el once y Lucas Vázquez supera a Vinicius]

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