Cuando Zidane dio el once titular para el estreno liguero contra el Celta, a muchos sorprendió la presencia de Gareth Bale. Había muchas expectativas puestas en la primera alineación de la temporada, sobre todo tras la inesperada baja de Hazard. El elegido fue el galés, una decisión que sentó bien en el club pese a todo lo que se ha hablado sobre la salida de Bale este verano.

Zidane ha comprobado que Bale es un jugador recuperable y capaz de marcar la diferencia. El técnico francés era el principal interesado en su salida semanas atrás. No contaba con él y así se lo comunicó en persona antes de que terminara la pasada temporada. Pero no ha llegado la oferta que se esperaba en el Madrid y la vía de China, la única que estuvo cerca de concretarse, se cayó en el último momento.

El Madrid siempre quiso contar con Bale y que continuara. El club no quería regalar a nadie este verano y menos al galés. Se le sigue considerando un jugador capaz de estar en los mejores del mundo si está en forma y por ello no se iba a aceptar una oferta por debajo de su valor. Cuando se abrió el mercado, el Madrid le tasó en 100 millones de euros aunque con el paso de las semanas rebajó algo sus pretensiones. Lo que tenían claro era que no le dejarían ir gratis.

Fuego cruzado entre Barnett y Zidane

La situación, sin embargo, se calentó por el fuego cruzado entre Jonathan Barnett, el agente de Bale, y Zidane. El representante del galés siempre se ha caracterizado por no guardarse nada y salir en público para mandar mensajes contundentes sobre su representado. No sentaron bien las declaraciones de Zidane tras el primer partido de pretemporada, en el que Bale se quedó en la grada por decisión propia mientras se labraba su salida a China. El técnico francés dijo entonces: "Si sale mañana, mejor". Unas palabras que cayeron como una bomba, pero que se malinterpretaron ya que solo quería decir que deseaba una pronta resolución para el futuro de Bale.

Gareth Bale en el banquillo del Real Madrid REUTERS

Nada que reprochar a Bale

Barnett respondió con contundencia a la mañana siguiente: "Zidane es una desgracia, no tiene respeto por Gareth", dijo. Tras esas palabras del agente de Bale, nadie apostaba por la continuidad del galés en el Madrid. Parecía una situación irreversible, pero que ha acabado reconduciéndose ante la falta de ofertas y la postura del jugador, que no ha sido otra que comportarse profesionalmente y luchar por seguir en el Madrid. En el club se valora la actitud de Bale, que nunca ha hablado acerca de su situación más allá de sus reivindicativas palabras tras la final de Kiev.

Bale quiso responder en el campo y así lo ha hecho. Ya en pretemporada marcó tras reaparecer contra el Arsenal y tuvo algunos minutos en el derbi. Después pasaría apartado tres partidos (Tottenham, Fenerbahce y Salzburgo), mientras el Madrid trabajaba en los refuerzos. Pero volvió a jugar contra la Roma y la lesión de Hazard le catapultó al once en el estreno liguero. Zidane estaba decidido a recuperarle para la causa una vez que su salida parecía complicada y Bale debía responder.

Se volvió a ver al mejor Bale, el que necesita Zidane. Como en el caso de James, el técnico francés tiene claro que no va a desaprovechar un efectivo como Bale si se acaba quedando. Deberá luchar como todos por su sitio, pero en el Madrid no olvidan todo lo que ha conseguido en más de un lustro vestido de blanco y su actitud sin reproches pese a haber recibido muchas críticas injustas, incluso sobre su vida privada. Bale está de vuelta.

[Más información: Bale, el 'fichaje' sorpresa del verano en el Madrid]

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