El Real Madrid ha dejado claro a tenor de sus movimientos en los últimos años la importancia que le da a reforzarse con la vista puesta en el futuro. Una estrategia que comenzó varias temporadas atrás con los Asensio, Ceballos o Vallejo y que se puede apreciar que sigue vigente con tan solo echar un vistazo al primer equipo y la expedición blanca que se entrena desde la semana pasada en Montreal.

El Madrid tiene en nómina hasta siete jugadores que ha ido reclutando en las últimas temporadas que no superan los 20 años y tienen una prometedora carrera por delante. Una generación de futbolistas llamadas a tener un rol importante en el futuro del equipo merengue y que van ganándose un puesto al ritmo que impresionan con su crecimiento.

Vinicius

La joya de la corona por lo que demostró la pasada temporada. Vinicius tiene todo lo que se necesita para ser un futbolista de los que marcan época y en el Madrid lo saben. Le cuidan y quieren ir dándole protagonismo progresivamente bajo la tutela de Zinedine Zidane. El curso pasado demostró sobradamente que se le pueden dar galones siempre que sea necesario. En su segunda temporada de blanco se ha marcado el objetivo de mejorar de cara a puerta y hacer más goles. Tiene ya un valor de 70 millones de euros, según el portal especializado Transfermarkt.

Rodrygo

Rodrygo aterriza este verano en el Madrid siguiendo los mismos pasos de Vinicius. Tiene 18 años y se va a estrenar en el fútbol europeo tras deslumbrar en Brasil. Podría empezar en el Castilla como su compatriota, pero se esperan grandes cosas de él. En su país hablan maravillas de su actitud, a la altura de su sobrada calidad. Su primer año será de aprendizaje y adaptación. Sin presión ha de brillar cuando goce de oportunidades. Su valor es de 40 millones de euros.

Rodrygo, Marcelo y Vinicius en el avión

Valverde

El uruguayo se ganó un hueco en el primer equipo la pasada temporada y lo mantendrá después de sorprender a Zidane durante su casting en la recta final del curso. Valverde es un pivote de los que van ganando cada vez más presencia en el fútbol. Es un box-to-box con un gran despliegue físico y calidad técnica. Cumple 21 años a final del mes de julio, pero sobre el campo demuestra una madurez superior. En su segundo año en el primer equipo, su misión es dar un paso adelante y acercarse a los puestos titulares. Su valor es de 20 'kilos'.

Brahim

Brahim acaba de sufrir una lesión que le mantendrá alejado de los terrenos de juego durante la gira por Estados Unidos. Un mazazo para un jugador que quería demostrar, como al final de la pasada temporada, que merece un sitio en el equipo. Se valora cederle para que así no vea cortada su progresión ante la fuerte competencia que hay en el ataque blanco. Aún así, si se marcha será para volver. Es un jugador que gusta especialmente a Zidane y tiene mucha magia por regalar. Su valor es de 17 millones.

Odegaard

A muchos sorprenderá saber que Odegaard todavía tiene 20 años (cumple 21 en diciembre), pero es lo que tiene haber sido una de las irrupciones más prematuras del fútbol europeo de la década. El noruego va creciendo año a año y cada está más cerca de cumplir con las expectativas que se pusieron en su día en él. Esta temporada jugará cedido en la Real Sociedad tras lucirse dos años y medio en Holanda. Es su año para demostrar al Madrid, que le seguirá de cerca, que será una gran estrella en el futuro. Su valor es de 15 millones de euros.

Lunin

Lunin fichó el verano pasado por el Madrid para ser el portero del futuro blanco. El curso pasado jugó cedido en el Leganés, pero no gozó de muchas oportunidades. Sí se le pudo ver en el reciente Mundial sub20, en el que brilló formando parte de la Ucrania campeona. Con una gran envergadura (mide 1.91 metros) y muy buenos reflejos, clama por una oportunidad en el primer equipo. La mala noticia es que si Keylor sigue, deberá salir para ganar minutos. Aún así, antes o después se alternará con Courtois bajo palos. Tiene un valor de 7,5 millones de euros.

Kubo

La última joya del Real Madrid. Kubo ha llegado con solo 18 años a la Casa Blanca y desde Japón, pero lo ha hecho con las luces de una estrella. Se estrenará en el Castilla, pero la pretemporada blanca está sirviendo para comprobar que este chico puede llegar muy lejos. En Barcelona se tiran de los pelos por haberlo dejado escapar y en Madrid se frotan las manos, mientras compañeros y entrenadores alucinan con él. Su valor todavía es solo de 2 millones, pero no tardará mucho en mutiplicarlo.