Este miércoles el Real Madrid presentó a Eder Militao como el quinto fichaje del verano para el nuevo proyecto de Zinedine Zidane. El defensa brasileño llegaba al Santiago Bernabéu procedente del Oporto como gran refuerzo de la zaga merengue para esta temporada. 

Una de las principales razones que han motivado el interés del Real Madrid sobre Militao, al margen de fuera considerado durante cinco meses como el mejor defensa de Portugal, ha sido la polivalencia. El zaguero puede actuar como central y como lateral, algo muy valorado por cualquier entrenador de élite para afrontar temporada de gran carga de partidos. 

El fichaje del brasileño se enmarca dentro de la política de fichaje de futuro que lleva realizando el Real Madrid casi una década. En 2011 los blancos iniciaron esta era de fichajes extranjeros de gran proyección con Raphael Varane. Un joven francés que aterrizaba en Chamartín procedente del Lens, con la recomendación del Zidane al club bajo el brazo. 

Militao llega con calma al Real Madrid 

La llegada de Militao al Real Madrid ha sido muy similar a la de Varane. El brasileño ha desembarcado en Concha Espina con naturalidad y humildad. Su fichaje se ha producido con discreción, sin grandes revuelos mediáticos . De hecho, los blancos desembolsaron 50 millones al Oporto por su fichaje. Una cantidad muy baja en un mercado tan inflado en precios como el actual. 

A pesar de ser el central más caro de la historia del Real Madrid, la fórmula empleada con Militao ya le funcionó al club con Sergio Ramos y Varane hace muchos años. Actualmente ambos conforman la que posiblemente sea la pareja de centrales más cotizada del mundo. Entre los dos han liderado una de las épocas de mayor éxito de la historia del fútbol, con un equipo que ha levantado tres Champions en cinco años. 

Raphael Varane.

Militao podría seguir los pasos de Varane en el Real Madrid. El club protegió al central francés ha su llegada para optimizar su adaptación a la ciudad y a la dinámica del equipo. Algo que también hizo con Vinicius a su llegada a España, con el objetivo de intentar controlar al máximo su progresión y que su trayectoria no se estancara por motivos externos. 

Dos defensas sin miedo a competir 

Las similitudes entre los dos defensores a su llegada son claras: dos futbolistas de gran proyección, con ambición de triunfar y ajenos a la competencia. Ayer Militao ya declaró que solo le preocupa su trabajo, no lo que hagan los demás defensas, que Zidane decidirá el resto. Una situación que también vivió Varane en 2011 con los Ramos, Pepe, Carvalho y Albiol en defensa. Ahora estos jugadores se han cambiado por el propio Raphael, Sergio, Vallejo y Nacho en el eje de la zaga. 

Militao debe fijarse en el francés y seguir sus pasos de progresión en el club. Una dinámica que le puede servir para ir ganando protagonismo en el club de forma progresiva. Un camino que no es fácil para ningún futbolista, pero que pondrá a prueba su paciencia y capacidad de sacrificio.

Eder Militao posa con la camiseta del Real Madrid en el césped del Santiago Bernabéu REUTERS

Hasta la marcha de Pepe en 2017 Varane no se erigió de forma inamovible como titular del Real Madrid. Seis años de espera en los que el francés tuvo que estar a caballo entre el banquillo y la titularidad. Temporadas en las que el central tuvo que ir escalando puestos para hacerse un sitio con técnicos como Mourinho, Ancelotti, Benítez, Lopetegui, Solari y Zidane. Una fórmula que el Real Madrid espera poder revivir con Militao. 

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