Era lo que todo el mundo esperaba: Vinicius Júnior volvió a jugar con el Real Madrid. La reaparición del brasileño se hizo esperar, pero Zidane le dio entrada contra el Villarreal. Fue el tercer cambio del Madrid y disputó los minutos finales del encuentro, el día en el que se cumplían dos meses de su lesión en aquella fatídica noche contra el Ajax en Champions.

Hacia 61 días que ni el Santiago Bernabéu ni el planeta fútbol estaba privado de ver a una de las grandes revelaciones de la temporada. Vinicius se despidió contra el Ajax entre lágrimas, un preludio de lo que acabaría siendo aquel partido, y ha sido recibido de vuelta con una atronadora ovación de todo el estadio, que esperaba con ansias su vuelta a los terrenos de juego.

Vinicius se estrenó por fin con Zidane. Era el único jugador que quedaba por debutar con el técnico francés, después de que este regresara al banquillo blanco frente al Celta hace ya ocho encuentros. Vinicius, que en ningún momento ha entrado en el casting de Zidane para la próxima temporada, quería mostrar sus facultades en primera persona a Zidane y tratar de convencer a Brasil de que merece un hueco en la próxima lista de cara a la Copa América.