El Real Madrid se va a reforzar con jugadores importantes este verano. Los resultados obligan a que haya cambios en una plantilla que no ha rendido al nivel que se esperaba. Una de las posiciones donde podría haber refuerzos es la de volante. En las últimas semanas han sonado varios nombres, pero si hay un jugador que espera al club blanco ese es Christian Eriksen.

El mediocentro del Tottenham acaba contrato el próximo verano y, según AS, de momento no tiene intención de extender su relación con el club de Londres. El danés sabe que si quiere vestir la camiseta blanca la próxima campaña tiene que estar en una posición privilegiada para poder negociar.

Lévy siempre ha puesto obstáculos para vender a sus estrellas. El Madrid también lo ha vivido en varias ocasiones. Las incorporaciones de Luka Modric en 2013 y la de Gareth Bale el verano siguiente no se certificaron hasta las últimas horas de mercado, pese a que ambos llegaron a declararse en rebeldía. Esto es lo que hace imposible también firmar a Harry Kane.

Gareth Bale, durante su presentación como jugador del Real Madrid EFE

Pese a todo, los merengues no son los únicos interesados en hacerse con los servicios del mediapunta. El Manchester United también ha preguntado a los Spurs, pero las relaciones son complicadas y eso siempre podría ser una baza a favor de la entidad presidida por Florentino Pérez. El precio del ex del Ajax podría rondar finalmente los 85 millones, aunque hasta el Barcelona le ha sondeado.

En caso de que no cuajara la operación, otros nombres que han sonado para la medular madridista son los de Pogba o Pjanic. El francés dio pie a los rumores cuando, durante una concentración con la selección francesa, se deshizo en elogios tanto hacia Zinedine Zidane como el equipo que entrena.

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