El Real Madrid regresaba al Santiago Bernabéu después de la primera derrota desde que Zinedine Zidane regresó al banquillo del equipo blanco. En Mestalla, ante el Valencia, no se pudo sumar ningún punto y tan solo Karim Benzema se salvó en un partido muy gris de los merengues. Uno de los que no fue titular en la capital del Turia, pero que sí entró en el once frente al Eibar fue Gareth Bale.

El extremo galés regresaba así al equipo titular, compartiendo ataque con Karim Benzema y Marco Asensio. La BBA entraba en acción así, aunque la afición no perdonó la pasividad en los últimos encuentros, así como a lo largo de la presente campaña, de Bale.

En los primeros compases del partido ante el Eibar, 'El Expreso de Cardiff' recibió el castigo de la afición en forma de pitos. Antes del minuto 10 del encuentro, Gareth Bale se quedó solo frente a Dimitrovic, pero inexplicablemente tiró 'al muñeco' cuando lo tenía todo a favor. El linier 'salvó' al galés ya que levantó el banderín por fuera de juego, pero ni la posición adelantada calmó el enfado del respetable madridista.

Bale disputa un balón con Marko Dmitrovic, portero del Eibar REUTERS

Instantes después el propio Bale volvió a quedarse en fuera de juego, en una acción que acabó con Benzema marcando el primero de los blancos. Pero el tanto no subió al luminoso por esa posición ilegal del extremo galés. Los siguientes minutos no fueron más sencillos para el '11' merengue. Fallos encadenados y silbidos de la afición blanca tras cada uno de ellos. Malos controles, pases errados...

Una temporada para olvidar

Gareth Bale acabó la pasada campaña siendo el MVP de la final de la Champions League. El héroe de La Decimotercera que se reivindicó pidiendo más galones. Unos galones que no ha sabido asumir a lo largo de la 2018/2019 y que le colocan, irremediablemente, en la puerta de salida.

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