En julio de 2018, el Real Madrid y la Juventus de Turín anunciaron la marcha de Cristiano Ronaldo rumbo al equipo italiano. Se certificaba así la salida del gran referente ofensivo del conjunto blanco. Un atacante letal capaz de promediar cincuenta goles por temporada.

Suplirle no era tarea sencilla, y desde el seno del club merengue apostaron por la continuidad. En vez de fichar a un goleador de garantías, se confió el peso del apartado ofensivo en figuras como las de Gareth BaleKarim Benzema...y Marco Asensio.

El balear había llegado al equipo dos años antes, tras atravesar una fructífera cesión al Espanyol. En sus dos primeras campañas como madridista ilusionó a toda la afición. Su impacto fue inmediato, y pasó de mero revulsivo a ser considerado como una de las futuras joyas del fútbol mundial.

Incapaz de 'tirar del carro'

Sin embargo, la salida del citado portugués, así como la de Zinedine Zidane, supusieron un bajón instantáneo en su rendimiento. Con tan solo 22 años se le pidió dar un paso adelante y liderar a un equipo que venía de ganar tres Champions Leagues consecutivas. 

Él mismo admitió no ser capaz de ello. No obstante, los inicios fueron prometedores. Bajo el mando de Julen Lopetegui, Asensio jugó catorce partidos -diez de ellos como titular, entre los que se encuentran el derbi madrileño ante el Atlético-, firmando un gol y tres asistencias. 

De hecho, en La Liga encadenó siete jornadas consecutivas -las siete primeras- partiendo en el once inicial, y disputando los noventa minutos en seis de las mismas. Pero el proyecto del técnico vasco fracasó, y llegó Santiago Solari. Y con él, la desaparición de Asensio.

Asensio celebra su gol al Ajax REUTERS

Desaparecido

Con el técnico argentino jugó 21 partidos, pero suele nueve como titular. Una lesión muscular que le mantuvo alejado de los terrenos de juego durante todo el mes de enero tampoco ayudó. En esta etapa, Asensio únicamente pudo marcar tres goles -todos ellos al modesto Melilla en los dieciseisavos de final de la Copa del Rey- y firmar tres asistencias.

Tuvo un amago de cambio a mediados de febrero. El Madrid se enfrentaba al Ajax de Amsterdam en los octavos de final de la Champions, en la que fue una de las debacles más desastrosas que se recuerdan del conjunto blanco en la competición europea. En 'su competición. Los holandeses remontaron el 1-2 del partido de ida goleando por 1-4 en el Santiago Bernabéu.

Sin embargo, en medio del desastre, Asensio dio ese paso adelante que tanto se le pedía. Poco pudo hacer, pero bien vale recordar que fue el autor de uno de los dos goles en el Johan Cruyff Arena y del único tanto en la vuelta. Falsa alarma o no, Asensio se mantuvo sin brillar en exceso hasta la marcha de Solari y la vuelta de Zidane.

Una nueva oportunidad

El regreso del francés al banquillo merengue solo podía traer buenas noticias, y el inicio no pudo ser más alentador. Frente al Celta de Vigo, Asensio firmó un auténtico partidazo. Especialmente destacable fue su magnífica jugada, sorteando varios rivales para abrir el balón a Benzema y que éste asistiera a Isco en el que fue el primer gol del partido.

Por si fuera poco, su mala temporada hasta el momento no ha venido sucedida del castigo internacional. Luis Enrique sigue contando con Asensio, y buena prueba de ello es su inclusión en la última convocatoria. El técnico de la selección española quiere firmar un núcleo de cara a la Eurocopa 2020, y sabe que Asensio es fundamental en este proyecto.

Ahora es cuando le llega la prueba definitiva al balear. Con Vinicius Junior, autor de una temporada magnífica en su puesto, lesionado y varios nombres 'galácticos' en la agenda del Madrid como son Eden HazardNeymar, Asensio tiene ante si doce partidos -diez con su club y dos con la selección- para demostrar que sigue mereciendo un puesto en el Real Madrid.

[Más información: La primera misión de Zidane: recuperar al mejor Marco Asensio]

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