El Real Madrid fue superior y tuvo contra las cuerdas al Barcelona hasta el minuto 50, pero tanto perdonó el conjunto blanco que un buen boxeador como es el equipo azulgrana supo esperar su momento para matar a la primera. Vinicius fue el mejor del partido. Definitivamente ha tirado la puerta abajo, pero los goles los puso Luis Suárez. El '9' culé marcó la diferencia en El Clásico y los merengue se llevan un importante correctivo con un marcador engañoso. [Narración y estadísticas: Real Madrid 0-3 FC Barcelona]

El combate se lo llevó el Barcelona por acertar con su primer golpe y mandar a la lona a su rival. Cosas de las batallas y del torneo del KO, donde es tan importante marcar las oportunidades de las que goces. Ahora, el sábado se medirá la capacidad de reacción del Real Madrid y si los blancos se quedan a principios de marzo con la única bala de la Champions. Una ruleta rusa peligrosa, a pesar de la indudable mejoría del conjunto merengue. 

Solari y Valverde fueron con sus onces de gala a por la Copa del Rey. Nadie se guardó nada. Reguilón y Lucas Vázquez hace tiempo que ya forman parte, por méritos, de esa alineación para los partidos grandes en la que no están ni Marcelo ni Bale, ambos en un banquillo del que incluso también se quedó fuera Isco

Un penalti que pudo cambiar el partido

El partido comenzó tranquilo, con ambos equipos guardando las espaldas y sin perder la cabeza. Todo cambió al cuarto de hora, cuando Sánchez Martínez no pitó un claro penalti de Semedo a Vinicius. El portugués traba por detrás a la joven perla del Madrid, pero De Burgos Bengoetxea en el VAR tampoco corrigió al colegiado. Mal empezaban las cosas para un conjunto blanco que tiene razones más que de sobra para quejarse de los arbitrajes.

Con el Real Madrid desperezado y Vinicius creciendo en el encuentro, los de Solari se fueron adueñando de la pelota y creando oportunidades. El brasileño era el hombre más peligroso y tuvo dos claras ocasiones en las que no acertó para adelantar al conjunto blanco.

Vinicius no logra marcar gol en una ocasión dentro del área del Barça REUTERS

Era el mejor jugador sobre el campo y solo le faltaba el gol, pero esta vez tampoco la tercera fue la vencida para Vinicius. En el minuto 37, Casemiro roba a Piqué y deja a su compatriota solo ante Ter Stegen. El delantero se atasca y finalmente llega la zaga azulgrana para taponar. El rechace también le cae y asiste a un Benzema que se encuentra con el pie derecho del guardameta culé. 

Vinicius fue el mejor y Suárez el goleador

El festival del joven brasileño no tenía fin, aunque sin premio gordo, y acto seguido dispuso de una nueva oportunidad. Centro de Reguilón que remata, en posición inmejorable, por encima del larguero. Perdonaba en exceso el Real Madrid a un Barcelona que solo creaba dificultades cuando Dembélé entraba en contacto con el esférico. 

Y con el francés como protagonista llegó el primer gol en El Clásico, ya tras el descanso. Corría el minuto 50 cuando un balón en profundidad sirve para que el extremo azulgrana gane la espalda a Carvajal y ceda atrás a Luis Suárez. El uruguayo, dentro del área y sin oposición, batió sin problemas a un Keylor Navas que hasta entonces había sido un espectador más del partido. 

El Real Madrid había perdonado en exceso y lo terminó pagando. El conjunto de Valverde solo necesitó una ocasión para adelantarse en el marcador y en la eliminatoria. Los blancos estaban obligados a arriesgar y jugar con fuego para buscar un tanto que se resistía y que era de imperiosa necesidad para seguir con vida en la Copa. 

La tuvo el conjunto merengue en la cabeza de un Reguilón que era todo esfuerzo y corazón. Gran centro de Vinicius -qué diamante tiene el Real Madrid- y el testarazo del canterano lo saca Ter Stegen cuando el Santiago Bernabéu ya cantaba el gol. Increíble estirada del germano que volvía a salvar una vez más esta temporada al Barça. 

El monólogo de Vinicius continuaba. El recital estuvo a punto de llegar a su éxtasis cuando se fue de tres defensores azulgranas y su grandísima jugada terminó en córner. Rozaba una y otra vez el gol, pero el brasileño ya había levantado a la afición madridista para ganarse la gran ovación de la noche antes de la debacle merengue.

Luis Suárez celebra su gol ante los jugadores del Real Madrid REUTERS

Entre el posible 1-1 y el 0-3 solo pasaron cinco minutos. Los riesgos y la falta de pegada se convirtieron en un golpe mortal tras un despiste de Reguilón. Dembélé, en posible fuera de juego, recibe una pelota a la espalda del lateral y su centro raso al corazón del área es empujado por Varane a la red. El francés intentó evitar, casi sobre la misma línea, el remate de Luis Suárez y acabó marcando en propia puerta. 

Con el Real Madrid ya muerto en vida, la agonía se haría aún más dolorosa con un penalti de Casemiro al '9' del Barça. Messi, desaparecido casi todo el partido, cedió el lanzamiento al uruguayo para que lo anotara a lo Panenka. Con solo tres días por delante antes del próximo El Clásico, tanto los jugadores como Solari comenzaron a pensar en La Liga. 

También el Barcelona, que estará en su sexta final consecutiva, y buscará una nueva corona en el Benito Villamarín. Con todo resuelto, los últimos minutos sobraron, aunque ambos equipos se citan en el mismo escenario para el próximo sábado. El Real Madrid, muy tocado, tendrá que lograr el triunfo para continuar en la lucha por La Liga y no jugarse toda la temporada, un año más, a la Champions.

Real Madrid 0-3 FC Barcelona

Real Madrid: Navas; Carvajal, Varane, Sergio Ramos, Reguilón; Modric, Casemiro (Valverde, 75'), Kroos; Lucas V. (Bale, 68'), Benzema, Vinicius Jr. (Asensio, 81').

Barcelona: Ter Stegen; N. Semedo, Piqué, Lenglet, Jordi Alba; S. Roberto, Busquets (Arthur, 86'), Rakitic; Messi, Suárez (Vidal, 78') y Dembélé (Coutinho, 75').

Goles: 0-1, 51' Suárez; 0-2, 70' Varane (p.p.); 0-3, 73' Suárez (p.).

Árbitro: José María Sánchez Martínez (Comité murciano). Amonestó a Lucas V. (58'), Busquets (65'), Casemiro (72'), N. Semedo (81').

Incidencias: Partido correspondiente a la vuelta de las semifinales de la Copa del Rey que se disputó en el Santiago Bernabéu (Madrid) ante 80.472 espectadores.

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