El Real Madrid empieza a coger velocidad de crucero. Tras una convincente victoria contra el Sevilla en Liga, volvió a repetir este jueves en Copa contra el Girona. Los de Eusebio pillaron por sorpresa al conjunto blanco nada más comenzar, pero en la primera mitad se confirmaron las buenas sensaciones dando la vuelta al marcador.

Uno de los culpables fue el capitán Sergio Ramos. Al borde del descanso, Vinicius provocó un penalti y el '4' lo volvió a hacer y marcó de Panenka. No hay forma de pararle desde la pena máxima y él se siente cómo asumiendo la responsabilidad siempre que puede.

Sergio Ramos fue el héroe y no satisfecho con su séptimo gol de penalti de la temporada (ya lleva cuatro de Panenka) hizo el 3-2 de cabeza. Marcelo metió un gran centro desde su banda y el camero firmó su doblete con un testarazo, otra de sus especialidades. Tiró del carro y acercó las semis al Real Madrid.

Sergio Ramos celebra su gol ante el Girona REUTERS

Ramos sí quiere la Copa del Rey

El Madrid sí quiere esta Copa y también su capitán. Sergio Ramos no se esconde y este ha sido su último 'esfuerzo' en esta Copa del Rey. Ha jugado las tres idas de las eliminatorias contra el Melilla, el Leganés y el Girona. Además de su doblete, también abrió el marcador de penalti en los octavos contra el Leganés.

Pero, ¿por qué la Copa se ha vuelto tan importante para Sergio Ramos? Es un reto personal que le queda por cumplir al '4' blanco. Uno de los pocos que le quedan en su carrera, de hecho. Porque Ramos ha ganado dos Copas del Rey desde que está en el Real Madrid, pero ninguna de ellas las ha levantado siendo el capitán del equipo. Asumió el brazalete en verano de 2015 con la salida de Iker Casillas al Oporto y desde entonces la fortuna no le ha sonreído al conjunto blanco en el torneo del KO.

Un capitán a la altura de la historia

Sergio Ramos puede decir que lo ha ganado todo en el Real Madrid y casi todo como capitán. En los últimos años ha levantado tres Champions League, una Liga, una Supercopa de España, tres Mundiales de Clubes y dos Supercopas de Europa. Un palmarés que, sin duda, le coloca en el Olimpo de los capitanes del Real Madrid, pero para completar su labor le queda por levantar la Copa del Rey.

Casillas levantó la Copa del Rey en 2014 EFE

Este año sabe que lo tiene cerca. Es cierto que el equipo ha pasado por altibajos preocupantes, pero la realidad es que las opciones de ganar los tres grandes títulos están ahí. La que más cerca es la Copa, de la que solo le separan tres partidos de la gran final y con la eliminatoria contra el Girona ya encarrilada. El capitán, eso sí, se mantiene con precaución: "La eliminatoria por supuesto que está más que abierta", decía tras el partido.

La semana que viene el Madrid tiene que cerrar el pase a las semifinales en Montilivi, un escenario para nada fácil, y estar en el sorteo del viernes. Un sorteo en el que podría no estar el Barcelona después de caer derrotado en Sevilla sin Messi. Los de Valverde se borran de la Copa y están cerca de despejar el camino al Madrid. Tampoco temen los blancos una final contra los culés en caso de que den la campanada, al fin y al cabo las dos últimas finales se ganaron contra ellos. Lo que es seguro es que Ramos sí está dispuesto a darlo todo para ganar este título.

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