Los sorteos siempre son caprichosos y el último, el de los octavos de final de la Copa del Rey, no ha sido diferente. La bola que contenía el nombre del Real Madrid ha sido la primera extraída por el colegiado Carlos del Cerro Grande, poniendo en tensión a todos sus posibles rivales.

Sin demasiada dilación, la bola que ha salido ha sido la misma que la última vez que el Real Madrid tomó parte de un sorteo de la Copa del Rey. Fue el pasado 12 de enero cuando se sorteaban los cuartos de final de la pasada edición y ahí quedaron emparejados el equipo blanco y el CD Leganés.

En aquella ocasión el Real Madrid golpeó primero, y salió del partido de ida con ventaja después de un partido atascado que solucionó Marco Asensio con un gol en los últimos minutos. Pero el partido de vuelta fue otra historia, el Leganés se adelantó con un golazo de Javier Eraso, y, aunque Karim Benzema logró empatar, otro gol de Gabriel Pires terminó por otorgar un pase histórico a semifinales al equipo pepinero.

Eraso celebra ante el Madrid. Foto Twitter (@CDLeganes)

Una ronda antes y dinámicas muy diferentes

Esta vez la historia es muy diferente, ambos equipos se encuentran una ronda antes y con dinámicas muy diferentes a las del año pasado. Por parte del Real Madrid, los dos partidos de Copa del Rey se produjeron ya con Santiago Solari en el banquillo, y en los dos el equipo mostró su mejor cara para derrotar con solvencia al Melilla, lo cual es la primera diferencia, pues la temporada pasada el equipo de Zidane no fue capaz de superar al Fuenlabrada en el Santiago Bernabéu.

El Real Madrid celebra uno de los goles ante el Melilla.

Aquel Leganés llegaba al partido en un estado de gracia, las rotaciones en Copa funcionaban y el equipo había podido superar en los dieciseisavos de final al Valladolid, equipo de Segunda División que terminaría ascendiendo. El siguiente rival de los pepineros fue el Villarreal, equipo que marchaba bien en Liga y al que se presuponía muy superior.

Los chicos de Asier Garitano los bajaron de la nube, ganando 1-0 en Butarque y protagonizando una resistencia casi épica en el Estadio de la Cerámica, donde cayeron 2-1, para pasar de ronda y entrar en el sorteo de los cuartos de final, que todos sabemos cómo terminó.

El Real Madrid no convenció tampoco en los octavos de final, donde superaron al Numancia por la ventaja del partido de ida, donde ganaron 0-3 con dos goles en los últimos minutos, empatando la vuelta en el coliseo blanco.

Cambio de protagonistas

No solo son diferentes las dinámicas con las que llegan ambos equipos, sino que los propios clubes han cambiado mucho en este año. El Real Madrid ganó su tercera Champions consecutiva después de superar a los mejores equipos de Europa, y en verano sufrió las marchas de sus dos insignias: Cristiano Ronaldo puso rumbo a la Juventus y Zinedine Zidane decidió que ya había acabado esta etapa. 

La forma de cubrir sus huecos ha sido dar más galones a los jugadores que ya estaban. Karim Benzema, Gareth Bale o Isco son los jugadores llamados a dar un paso adelante en ausencia de Cristiano, y a pesar de un dubitativo inicio de temporada parece que se va enderezando el rumbo.

El Leganés consiguió la salvación y durante el verano sufrió una gran revolución. El entrenador que los lideró desde Segunda División B hasta asentarse en Primera, Asier Garitano, dejó el equipo y se marchó a la Real Sociedad. Su capitán, Martín Mantovani, también se marchó, así como jugadores muy importantes como Diego Rico, Gabriel Pires o Nordin Amrabat.

Óscar Rodríguez celebra su gol ante el Barcelona JuanJo Martín Agencia EFE

Ahora su situación es muy distinta, Mauricio Pellegrino se ha puesto al frente del banquillo y para reforzar su plantilla ha buscado muchas cesiones, incluidas las de dos jugadores del Real Madrid que se perderán el enfrentamiento: el portero ucraniano Andriy Lunin y el mediapunta Óscar Rodríguez, héroe en la victoria en Liga frente al Barcelona.

Ya se habían visto las caras esta temporada

La segunda semana de enero será cuando el Santiago Bernabéu acoja el primer asalto de los cuartos de final, quedando para la semana siguiente el partido de vuelta en Butarque. Será curioso porque Dani Carvajal jugará por primera vez en su ciudad, Leganés, desde que ha recibido el honor de ser nombrado hijo predilecto. 

Casemiro rodeado de varios jugadores del Leganés EFE

Ambos equipos ya se han visto las caras esta temporada, en la tercera jornada de Liga en un partido en el que el Real Madrid exhibió su pegada y ganó por 4-1. Karim Benzema en dos ocasiones, Bale y Sergio Ramos de penalti fueron los verdugos del Leganés, cuyo gol lo marcó Guido Carrillo desde los once metros.

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