Cada vez queda menos para la final de la Copa Libertadores que tendrá lugar este domingo en Madrid en el estadio Santiago Bernabéu. La expectación es tal que el Real Madrid puso a la venta entradas para los socios y en unas horas se agotaron. Por otro lado, 50.000 localidades fueron destinadas a hinchas de River PlateBoca Juniors -los equipos que disputarán el partido- residentes en España. 25.000 para cada uno. Otro cupo que rápidamente se agotó y  que actualmente solo puede conseguirse mediante la reventa, llegando a alcanzarse precios de 3.000 euros el boleto.

Sin embargo, toda esta expectación contrasta fuertemente con lo que se vive en Argentina. Se destinaron 5.000 entradas para los hinchas de cada club en el país sudamericano, y según informa el diario Olé, casi más de 3.000 serán devueltas. Esto supone entre un 80 y un 85% de localidades vacías, de las cuales aún se desconoce su futuro. Podrían ser puestas a la venta de nuevo en España -donde probablemente se agotarían de inmediato. Otra opción es que se destinen a los compromisos del propio Real Madrid y la Conmebol, a donde ya han ido destinadas 13.000 entradas.

Sea como sea, la ilusión que se vive en España por ver el partido contrasta de sobremanera con la decepción presente en Argentina debido a que el partido más importante de su historia se juegue fuera de sus fronteras. Una polémica decisión que llegó cuando fanáticos de River Plate apedrearon el autobús de Boca, causando fuertes disturbios en el estadio Monumental y provocando la suspensión del partido, que debía jugarse el sábado 24 de noviembre. El partido de ida, disputado en La Bombonera, feudo de Boca, se saldó con empate a dos, si bien River no contará con el factor cancha. En primer lugar, porque los goles fuera de casa no tiene aplicada la regla del valor doble. En segundo lugar, porque la final se jugará muy lejos de Buenos Aires.

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El Bernabéu se engalana para el River-Boca

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