El que fue técnico hasta finales del mes de mayo tras ganar La Decimotercera del Real Madrid, Zinedine Zidane, acudió este domingo al Wanda Metropolitano para apoyar a su hijor mayor, Enzo,y verlo jugar. El centrocampista se marchó al Alavés la temporada pasada y tuvo una corta aventura en el fútbol suizo. Ahora forma parte del Rayo Majadahonda.

En el encuentro ante el Oviedo, el jugador de 23 años tuvo unos espectadores de lujo en las gradas, su padre y su hermano, Luca Zidane, quien es el portero del primer filial del conjunto de Concha Espina, el Castilla. El francés está aprovechando este año sin entrenar a ningún equipo para seguir muy de cerca los pasos de sus hijos durante este nuevo curso que acaba de comenzar.

A ambos se les veía muy concentrados viendo el juego. Sin embargo, a Zidane se le podía observar con un rictus serio y más agitado de lo normal, haciendo aspavientos con las manos, moviéndose del sitio e incluso agachando la cabeza. Este comportamiento podría haber sucedido a raíz de la suplencia de su hijo en los últimos minutos del duelo.

El conjunto madrileño venció por un gol a favor en el marcador al cuadro asturiano. El tanto vino gracias a un centro de Enzo, el cual fue cabeceado por su compañero, Luso, anotación que dio una brillante victoria a los majariegos, quienes encadenan dos semanas consecutivas sin conocer la derrota.

Enzo Zidane. Foto: Instagram (@enzo)

El futuro del técnico galo

Zidane está siendo uno de los hombres del momento. La delicada situación por la que está pasando el Manchester United con José Mourinho, va de mal en peor. Los red devils llevan una campaña bastante mala con nefastos resultados y el puesto del entrenador portugués corre peligro.

Por este motivo, en la ciudad británica se están planteando hacer un cambio y el francés sería uno de los favoritos para recalar en el banquillo de Old Trafford. Sin embargo, su agente reveló hace unos días atrás que "no le atrae entrenar en Inglaterra". Por lo que su futuro sigue siendo una incógnita aún por despejar.