El Real Madrid no tuvo su día en el Sánchez Pizjuán. El equipo no mostró su mejor cara y fue superado por una gran primera parte del Sevilla. El equipo de Julen Lopetegui no encontró la portería sevillista, solo un gol de Luka Modric que acabó anulado por el VAR. Pero a pesar de la derrota y la mala imagen de la plantilla en los primeros 30 minutos, un hombre destacó por su perseverancia, su presencia en las zonas de ataque y tuvo las ocasiones más claras de su equipo: Gareth Bale

El '11' merengue puede estar orgulloso de su partido de este miércoles. El galés lo intento todo: tiros desde fuera del área, regates e, incluso, ayudas en defensa que hablan muy bien de la nueva cara de Bale. Con el 2-0 tuvo una gran ocasión que pudo cambiar el partido. El extremo se fue de tres jugadores sevillistas para soltar un latigazo que salió repelido por la cepa del poste, una acción de mala suerte que el '11' no se creía. 

Su presencia en el área rival

El gales creó todo el peligro del Real Madrid ante el Sevilla. Asensio y Benzema no estuvieron acertado y fue Bale el hombre que se echó el equipo a la espalda. A pesar de ese primer palo, el galés siguió intentándolo y tuvo dos ocasiones más. La primera, otro tiro lejano que salió muy centrado, y en el último minuto de la primera parte, no pudo aprovechar un rechace en un saque de esquina al estorbarse con Casemiro.

Gareth Bale intenta llevarse el balón ante los jugadores del Sevilla, el argentino Franco Vázquez y el francés Ben Yedder EFE

En la segunda parte no se rindió y siguió buscando el gol con perseverancia. Tras una carrera de más de 60 metros, Bale se plantó en un mano a mano ante Vaclik y el arquero sacó una mano prodigiosa a una jugada increíble del galés. Tras la lesión de Marcelo, el galés entraría poco en juego, pero eso no quita el gran partido que disputó y su gran presencia en ataque. 

Su trabajo en defensa, un gran cambio

No solo se prodigó en ataque. El gales demostró un gran compañerismo ayudando a sus compañeros en defensa. Además tuvo dos cortes providenciales para salvar a su equipo. A André Silva le quitó una pelota que solo tenía que empujar para colocar el cuarto en el marcador, mientras que a Ben Yedder le robó el esférico en una contra en la que se habían reunido tres jugadores del Sevilla por solo uno del Madrid. 

A pesar de la derrota, la nota positiva se la llevo Bale, que poco a poco sigue demostrando que puede ser un gran líder para la primera plantilla. Su perseverancia y presencia en ataque hacen del galés un hombre importante, al que hay que sumar su gran sacrificio en ayudar a sus compañeros de zaga, como demostró ayer en los peores momentos del equipo merengue.

Noticias relacionadas