Los ingleses ni perdonan ni olvidan. El pique entre Sergio Ramos y Mohamed Salah de la pasada final de la Champions, donde el egipcio se tuvo que retirar en el minuto 29 tras un lance con el de Camas, sigue coleando. Este sábado, en el estreno de Luis Enrique con la Selección Española ante Inglaterra, la grada de Wembley le dedicó una sonora pitada al capitán.

Fue pocos minutos antes del comienzo del encuentro, cuando la megafonía del estadio anunciaba las alineaciones de ambas selecciones. En el momento de mencionar a Sergio Ramos los pitos por una gran parte de los aficionados fue evidente. Esta misma reacción se produjo también cuando Ramos tocó por primera vez el balón, ya con el partido en juego, algo que no quitaba el sueño al zaguero en la previa del encuentro: "No es algo que me preocupe que el público me reciba mal. Nunca he intentado hacer daño a un compañero. Duermo muy bien y no me importa cómo me reciban", reconoció en rueda de prensa.

Ramos ha explicado en varias ocasiones que su encuentro con Salah en la final de la Champions entre Madrid y Liverpool fue absolutamente fortuito, y que en ningún caso buscó lesionar al delantero. Aun así los aficionados reds no parecen opinar igual, de ahí el rechazo hacia el español en su regreso a suelo inglés.

Sergio Ramos calienta antes del encuentro ante Inglaterra. REUTERS

Tensión entre ambos en Mónaco

El pasado 30 de agosto se celebró la gala de la UEFA en la que Sergio Ramos fue galardonado con el premio al mejor defensa de la pasada temporada. Salah, que estaba nominado junto a Modric y Cristiano Ronaldo al premio como mejor jugador del año, se encontraba sentado justo delante del sevillano y ambos protagonizaron la escena del morbo.

Tras recibir el premio, Ramos volvió a su asiento y quiso llamar la atención de Salah con un toque en el hombro, un 'saludo' que el egipcio ignoró completamente.

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