El Real Madrid ya ha dado el pistoletazo de salida a la temporada 2018/2019. Tras la derrota en la Supercopa de Europa, donde su estreno no fue el mejor de los comienzos tras ser derrotados por el Atlético de Madrid en la capital del país báltico, los jugadores de Julen Lopetegui afrontaban la jornada 1 de La Liga con las heridas ya curadas tras la caída, más fuertes y con la mente renovada para hacerse con los tres primeros puntos.

Uno de los jugadores que no ha tenido la ocasión de debutar en este nuevo curso que apenas acaba de dar inicio es uno de los fichajes que se han incorporado a la plantilla merengue este mismo verano, el brasileño Vinicius Júnior. Y no por falta de preparación o de potencial, que ya ha demostrado que le sobra. Sin embargo, su ocasión de pisar el césped junto con sus compañeros en partidos oficiales una vez encarrilada la campaña, aunque no ha llegado aún en estos dos partidos, llegará sin duda alguna en los próximos.

Este hecho es algo que no entienden en Brasil, país de donde proviene el joven de 18 años. Su antiguo equipo, el Flamengo, sigue pendiente de su galáctico exjugador, ya que desde que dejó las tierras brasileñas para incorporarse a las filas del mejor club del mundo su rendimiento se ha visto resentido. Cuestión que no es de extrañar debido a que cuenta con ingentes habilidades como su velocidad, desmarque o visión de juego.

El conjunto carioca ha perdido en la última jornada ante un contrincante inferior, el Atlético Paranaense. Por si fuera poco, además, ha descendido del primer puesto del podio a la tercera posición del torneo desde que su diamante embruto decidió partir a la capital española. La intención del exclub del brasileño era poseer sus servicios para poder ganar la Copa Libertadores, algo inviable. Por estos motivos se puede comprender el porqué no pueden olvidarse de su estrella.

Vinicius durante el entrenamiento del Real Madrid EFE

La joya de la corona

Asimismo, su primera disputa con la elástica merengue fue durante la pretemporada en la International Champions Cup frente al Manchester United de Mourinho, donde dejó claras las dotes que posee. Tomó las riendas y deslumbró junto a Benzema y Bale formando la BBV, un tridente que ha llegado para dar muchas alegrías al madridismo. 

En el Trofeo Santiago Bernabéu, a pesar de que entró al final, también se le vio bastante cómodo dentro del campo, exhibiendo su mejor juego. No obstante, a pesar de que en Brasil creen que no se debería de haber ido para según ellos "estar en el banquillo". El técnico de Asteasu confía plenamente en él y quiere ayudarle a integrarse de la mejor manera posible en el fútbol europeo, así como arroparlo y quitarle presión de encima, ya que su corta edad puede ser un arma de doble filo.