Josep María Bartomeu ha vuelto a se protagonista como consecuencia de una de sus polémicas declaraciones. El presidente ha comparecido en el Congreso Mundial de Peñas del FC Barcelona, haciendo repaso a la actualidad del club catalán y asegurando tener una de las mejores canteras del mundo. 

El directivo admitió que deseaba felicitar "a los cuatro capitanes" que se encuentran actualmente en el primer equipo -Messi, Busquets, Piqué y Sergi Roberto-, presumiendo de que todos ellos son futbolistas que han sido criados en La Masía, algo que a su parecer es una singularidad "en este mundo del fútbol cada vez más globalizado".

Una nueva muestra de que el presidente catalán vive en un mundo paralelo. Si bien es cierto que todos los jugadores antes citados han sido formados en las instalaciones azulgranas, también es sabido que el Barcelona no es un equipo que, actualmente, confíe en demasía en sus futbolistas del filial. Algo que han ido demostrando desde hace varias temporadas en adelante, cuando los resultados no acompañaban y se veían superados por un Real Madrid que ha creado una dinastía en Europa gracias a la consecución de las tres Champions League consecutivas.

Arturo Vidal durante su presentación con el Barcelona EFE

Gran gasto en fichajes

Así pues, esta misma temporada el Barça se ha dejado más de 120 millones de euros en futbolistas con la finalidad de intentar recortar esa distancia que existe entre el equipo de la capital española y ellos. Vidal, Arthur, Malcom y Lenglet han sido los escogidos para reforzar a la plantilla, poniendo de esta forma en riesgo a jugadores criados por ellos mismos, los cuales han visto como sus oportunidades de ascender al primer equipo se han vuelto prácticamente nulas.

Dembélé, Coutinho, Paulinho o Semedo son simplemente otros de los ejemplo que sirven para demostrar que el equipo del norte de España es un conjunto que prefiere comprar antes que fabricar jugadores desde cero. Una diferencia abismal con el equipo blanco, que en las últimas temporadas ha preferido darle protagonismo y opotunidad a jóvenes como Casemiro, Lucas Vázquez, Mayoral, Marcos Llorente o Dani Carvajal en su plantilla.