Los años de Mundial son complejos para los entrenadores. Han de preparar la pretemporada concienzudamente, para que los internacionales que se vayan incorporando cojan el ritmo tras unas merecidas vacaciones. Además, el torneo también retrasa las nuevas incorporaciones, pues los jugadores emplazan a hablar de su futuro una vez concluya la gran cita para ellos, lo que dificulta aún más el trabajo. 

En el Real Madrid, además, el verano ha estado completo. El 31 de mayo Zinedine Zidane anunciaba su adiós. Una salida inesperada y que puso patas arriba al club que venía que ganar la tercera Champions consecutiva. Tras unos días de sondeo, el Real Madrid llegó a la conclusión de que el mejor entrenador para el puesto, dadas las dificultades que se había encontrado con Mauricio Pochettino, era el seleccionador de España. 

Una ardua tarea que ha traído más de un quebradero de cabeza a todas las partes implicadas en el asunto. Luis Rubiales, una vez el Madrid lo hizo oficial, destitutyó al vasco y aseguró que no se enteró de nada de la operación. Un argumento que Julen Lopetegui no contemplaba. Así las cosas, el de Asteasu, que iba a centrarse en el Real Madrid tras el Mundial, adelantó trabajo y ya ha empezado a preparar la pretemporada, que arranca el 17 de julio con el primer entreno, aunque el primer enfrentamiento tiene lugar el 28 de julio, ante el Puebla. 

UNA PRETEMPORADA BAJO MÍNIMOS

Julen Lopetegui no podrá contar con todos sus hombres hasta bien entrado el mes de agosto. De hecho, muchos jugadores no podrán disputar la Supercopa de Europa ante el Atlético de Madrid, que se disputará el 15 de agosto, dado que estarán gozando de unas merecidas vacaciones tras un ajetreado curso. 

Eso sí, hay dos mundialistas que sí podrán ser de la partida en Tallin. Se trata de Keylor Navas y Toni Kroos. Tanto el meta como el centrocampista han caído en la primera fase del Mundial y si disputarán el primer título en liza para el Real Madrid. 

LOS FICHAJES SE RETRASAN

Como también ocurre en año de Mundial, las altas y bajas se retrasan considerablemente. Los futbolistas no quieren hablar de su futuro durante el campeonato, emplazando a la resolución final tras su participación en el gran torneo. 

El Madrid está pendiente de Alisson, que batallaría en la portería con Keylor. Un fichaje que se estanca porque los blancos quieren comprobar que no se equivocan y no quieren desembolsar cualquier cantidad. No pretenden satisfacer los 70 'kilos' que pide la Roma y, por tanto, la situación se ha estancado, tal y como informó EL BERNABÉU. 

Por su parte, la situación de otros jugadores como Bale no se aclara. El agente del galés reconoció que tendría que hablar con el Real Madrid, tras exponer su preocupación por la falta de minutos después de la final de Champions. 

Un verano que se antoja largo en el Santiago Bernabéu. Las negociaciones, paralizadas hasta el momento, no se retomarán hasta pasado el Mundial, al menos con los jugadores implicados en la gran cita. Por tanto, antes de medirse al Puebla el 28 de julio, Julen Lopetegui no dispondrá de la plantilla al completo ni de ninguna incorporación. 

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