El gran protagonista del Mundial de Rusia 2018 está siendo el VAR, el mismo que permitió a España ser primera de grupo. La utilización del vídeo para las jugadas polémicas ha convertido el fútbol en un deporte más justo y que realmente no rompe la velocidad ni la emoción del espectáculo. El Real Madrid siempre ha sido su gran defensor en LaLiga y a partir de la próxima temporada, y tras la salida de Sánchez Arminio, el club blanco podrá respirar tranquilo. 

Florentino Pérez siempre ha apostado por el VAR, más teniendo en cuenta cómo han perjudicado los arbitrajes al equipo merengue los últimos años. Por contra, el Barcelona ha sido el gran beneficiado de la dictadura con mano de hierro de Villar y Sánchez Arminio con los colegiados. El Mundial era la prueba de fuego para el videoarbitraje y las conclusiones no pueden ser más positivas: merece la pena la revisión de ciertas acciones cuando hay tanto en juego. 

Señal de VAR Foto: fifa.com

Los equipos tienen prohibido pedir el VAR, de hecho el gesto de solicitar la revisión contempla en el reglamento como tarjeta amarilla. Las jugadas que están sujetas al videoarbitraje son los goles, los penaltis y las expulsiones. Puede pasar, como en el caso de Cristiano Ronaldo ante Irán, que el colegiado después de ver una supuesta agresión solo castigue con una amonestación al infractor. La última palabra siempre será del trencilla, que también podrá rechazar la ayuda si considera que ha visto bien la acción. 

La tecnología de la línea de gol será la única que no debutará en LaLiga. En cambio, se contará con unas cámaras para que los árbitros puedan ver la repetición. En definitiva, la llegada del videoarbitraje a España es una realidad y con ella el fin de los beneficios al Barça. El conjunto catalán estuvo dos años sin que le pitaran un penalti en contra. El Madrid ya da la bienvenida al VAR. 

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