La Selección lo tiene todo de cara para estar en octavos de final; sin embargo, hasta la fecha no ha desplegado ese juego alegre y vistoso que fue la clave del éxito entre 2008 y 2012. En ocasiones, se ha visto a una España plana, estancada en la posesión y en el juego combinativo, que carece de profundidad para hacer daño a sus rivales. El perfil de jugadores que se han utilizado es el ideal para la asociación y las distancias cortas, pero el hecho de juntar a futbolistas de características tan similares tiene un gran inconveniente: España se queda sin verticalidad.

Ese desborde que pueden aportar hombres como Lucas VázquezMarco Asensio se ha echado en falta y Vicente Del Bosque se ha percatado de ello. "Si tenemos a algún tío que empiece a driblar, o si sabe driblar, por lo menos provocará faltas; si algún rival que en vez de verle de frente le ve el número, dirá 'ostras, este se ha ido'", ha confesado el que fuera seleccionador nacional y entrenador del Real Madrid.

HIERRO, ENTRE EL 'TIKI TAKA' Y EL DESBORDE

El salmantino, ahora como aficionado, ha reclamado una mayor presencia de jugadores con velocidad y desborde, jugadores capaces de marcar la diferencia e inclinar la balanza en una acción individual. Ahora, será Fernando Hierro el que tendrá que tomar una decisión. Marruecos será la próxima parada del combinado nacional y, una vez se termine la fase de grupos, comenzará la fase del KO, donde no habrá concesiones y cualquier error podría suponer la eliminación.

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