El '10' del Real Madrid tiene nombre y apellido: Luka Modric. El genio croata llegó en el verano de 2012 a la casa blanca, luego de unas duras negociaciones con el Tottenham. Pese a que su desembarco en el Santiago Bernabéu produjo algunas dudas en ciertos sectores de la opinión pública, el centrocampista dejó muy pronto claro que había venido para quedarse y que podría llegar a marcar una época. Seis temporadas más tarde, el de Zadar cuenta en su palmarés con cuatro Champions League.

Modric comenzó vistiendo el '19', pero la temporada pasada decidió cambiar y se pidió el '10', que había venido luciendo James Rodríguez en los últimos tiempos. La salida del internacional colombiano rumbo al Bayern Múnich dejó huérfano un dorsal tan histórico como maldito en el Madrid. Desde los tiempos de Figo y 'Los Galácticos' hasta cinco jugadores han llevado este número a su espalda. Pese a hablar de hombres de la calidad de Robinho, Sneijder, Lass, Özil o el propio James, ninguno había conseguido imponerse y alcanzar la regularidad deseada. Comenzaba a hablarse de la 'maldición del 10'.

El Real Madrid acaba con la maldición del '10'

¿QUÉ MALDICIÓN?

El internacional ajedrezado desde el principio dijo que no había ninguna maldición con el número. Algo que ha demostrado con su juego a lo largo de toda la 2017/2018. Con el '10', Luka Modric no solo ha disputado más minutos que la anterior temporada, sino que además nunca ha dado un número de asistencias tan alto -siete- y ha marcado dos goles -en dos campañas de las seis que ha vestido de blanco se quedó por debajo de esta estadística y en una ocasión igual-. Para Modric no hay maldiciones que valgan porque él es el genio de Zadar.

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