La polémica más destacable del enfrentamiento entre el Barcelona y el Chelsea en la vuelta de los octavos de final de la Champions League la ha protagonizado Piqué cuando ha hecho un penalti a Marcos Alonso, el jugador del equipo ingles para evitar un gol. El árbitro no sancionó la jugada del central, donde se ve claramente que agarra del codo al lateral de los blues.

De nuevo el equipo arbitral vuelve a posicionarse a favor del Barcelona. Lo que está dando mucho que hablar en las redes sociales, donde la audiencia se encuentra indignada ante tales hechos que benefician la permanencia de los culés en la Champions League.

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