Josep María Bartomeu, presidente del Barcelona, y Neymar, jugador del PSG, se reencontrarán tras la marcha del brasileño al club francés por 222 millones de euros. Este reencuentro, sin embargo, se hará en los tribunales de la Audiencia Nacional, y es que ambos están implicados en una trama de estafa y corrupción producida en la llegada del delantero al equipo catalán en el verano de 2013.

El caso involucra al fondo brasileño DIS, quien poseía el 40 por cierto de los derechos del jugador por aquel entonces, y acusa al Barça de amañar los datos del fichaje e inventar contratos para no pagar su parte correspondiente. Este caso se relaciona con la estafa a la Hacienda pública de España, lo que le valió al club culé y al padre de Neymar una condena. El DIS realiza la acusación y pide ocho años de cárcel para Bartomeu, cinco para el futbolista y otros ocho para Sandro Rosell, expresidente de los blaugranas -en el cargo cuando se produjo el traspaso-, además de una multa de 195 millones de euros para el club catalán y una indemnización de 23,7 millones.

Por otro lado, la Fiscalía reclama una multa de diez millones de euros, dos años de prisión para Neymar y cinco para Rosell, sin acusar a Bartomeu. Según esta, la familia del futbolista, el Barcelona y el Santos, su club de procedencia, se concertaron en 2011 para ocultar el coste real del traspaso, cifrado en más de 81 millones de euros -el Barça declaró 57-. Por si fuera poco, el 11 de diciembre de 2012 contestó al fondo brasileño que no estaban "en negociaciones, ni tiene suscrito ningún contrato o preacuerdo con el Santos FC para el traspaso o cesión del citado jugador", pese a que ya habían pagado un adelanto de diez millones de euros. Sin posibilidad de recurso alguno, las opciones del Barcelona pasan por un pacto de conformidad que conllevaría el reconocimiento del delito y la condena correspondiente.

El desplante de Bartomeu al Madrid para El Clásico by footbie.com

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