Gareth Bale sufrió el pasado miércoles ante Las Palmas su primera expulsión como jugador del Real Madrid. El galés perdió el control, y tras una patada y un empujón a Jonathan Viera el colegiado le mandó camino de los vestuarios. Fue una acción merecedora de dicha sanción, algo que también ocurre con otras de Luis Suárez que no han recibido el mismo castigo.

El uruguayo ha sido expulsado las mismas veces que el británico desde su llegada al Barcelona, y también fue en una jugada bastante reciente. Ocurrió en el partido de vuelta de las semifinales de la Copa del Rey, cuando el charrúa puso el brazo a la altura de la cara de Koke y vio una segunda amarilla que le impedirá estar en la final que los suyos disputarán frente al Alavés. No obstante, esta acción es una de las menos merecedoras de expulsión de las que ha protagonizado el punta blaugrana.

El puñetazo a Arribas o el codazo a Yuri han sido algunas de las acciones más recientes de las que Suárez ha logrado salir impune. La gran diferencia con respecto a Bale, es que el uruguayo suele realizar estas acciones en jugadas disputadas, con varios jugadores de por medio, e incluso con el balón alejado para asegurarse de que el árbitro no esté mirando, lo que abre el debate acerca de la necesidad del uso de la tecnología para ayudar a los colegiados.

El galés, por su parte, realizó una acción bastante evidente que de ninguna manera podía haber sido obviada por Fernández Borbalán, pero que deja el sorprendente dato de que es el madridista quien cuenta con más expulsiones en el campeonato liguero pese a ser quien ha estado involucrado en menos polémicas por su comportamiento sobre el césped.