El Madrid viajaba a Sevilla para sumar un nuevo triunfo en Liga Endesa y no dejó espacio para la duda. Los blancos se impusieron a un Coosur R. Betis inferior que no pudo frenar la aportación ofensiva de los merengues. [Narración y estadísticas: Real Madrid 76-67 Olimpia Armani Milan].

Sí, el partido entre Real Madrid y Milan iba a ser recordado como el choque que los de Laso jugaron un día antes que El Clásico del Tsunami. Ahora bien, en las manos de los 24 jugadores que iban a disputar el encuentro estaba el que dicho show fuera o no de la máxima calidad posible. Olimpia Armani Milan llegaba al duelo contra el Madrid después de cuatro derrotas consecutivas y era totalmente consciente de que tenía que cerrar su aro si quería dejar atrás el oscuro camino que ahora mismo recorrían. 

Messina golpea primero

Messina tiró del quinteto más defensivo, dejando al Chacho en el banquillo, para frenar el poderío ofensivo que siempre muestran los blancos al inicio. La jugada le salió bien al técnico italiano, pese a las dos faltas tempraneras de Scola que hicieron pensar a la afición merengue que el triunfo estaba más cerca. Sin embargo, el que conozca un poco del juego que Ettore propone era consciente que aún quedaba mucho por remar para un Real Madrid con claros síntomas de dubitación.

El míster ex del Real Madrid se encomendó en ataque a Sergio Rodríguez y Micov, no son dos novatos que se diga, y en defensa apostó por ayudas continuas que secaron al Madrid. El 18-21 con el que se puso fin al primer cuarto solo había sido un preludio de la pesadilla que iba a vivir la segunda unidad blanca en el siguiente acto. Con Tavares en el banquillo por faltas, Mickey tomaba el mando de la pintura merengue. Pero el pívot norteamericano, que es capaz de lo mejor y de lo peor, apostó hoy por la de arena.

Mejri cambia el partido

Flojo en defensa y fallón en ataque, abusando del tiro exterior llegando a recordar a Hettsheimer, Mickey fue un agujero que aprovechó el equipo de Messina una y otra vez. El poste merengue no era el único culpable de la facilidad anotadora de los italiano, pero la intimidación brilló por su ausencia con él en pista y no recuperó hasta que llegó el redebut de Mejri.

Mejri, en su vuelta al Real Madrid

Saltó a la pista Salah con 24-37 luciendo en el marcador y tras un parcial de 0-10 que torció el gesto de Laso más si cabe. El técnico vitoriano decidió espolear al equipo con la incorporación del pívot ex de los Mavericks y acertó aunque de manera tímida. 6-2 de parcial lograron los blancos con Mejri en la pintura y solo la bocina del descanso fue capaz de detener la inercia merengue (30-39).

La máquina blanca había empezado a andar, tarde pero a tiempo. La sensación de que el descanso podía frenar la racha era evidente, pero no fue así. Saltó el equipo blanco a la cancha como si los quince minutos de parón hubiesen sido quince segundos y el rodillo estaba activado. La muñeca de Randolph comenzó a echar chispas a hacer sonar las redes del aro italiano. Nueve puntos casi consecutivos del ala-pívot sirvieron para calentar el partido y a la afición del WiZink.

El Madrid llamaba a la puerta del partido, pero se tenía que aplicar en defensa para devolver este a su punto de origen. Dicho y hecho. Con las manos de Campazzo moviéndose al más puro estilo Chicho Terremoto, los blancos hacían dudar una y otra vez a los jugadores del Milan. Las caras desencajadas y sudorosas de los pupilos de Messina se iban retorciendo más y más por culpa también de la intimidación de un Tavares al que todo elogio se le queda pequeño. Las cosas por fin le salían al equipo blanco, dejando en nada la tímida aportación de Scola, fruto de la intensidad mostrada en el parqué y el tercer cuarto llegaba a su fin con un 54-52 que dejaba todo en el aire a falta del último acto.

El rodillo blanco sentencia

Con el cuarto periodo arrancado, Laso volvió a apostar por Mickey y Laprovittola pese a los malos minutos que ambos habían tenido en la primera mitad. Un run-run corrió por las gradas del WiZink al ver como Campazzo y Tavares se marchaban al banquillo prácticamente a la vez, pero esta vez tocaba la de cal. El base argentino y el poste de Texas daban el do de pecho y ponían al Madrid con nueve puntos de ventaja a falta de seis minutos (63-54, minuto 34)

Deck, durante el choque ante Olimpia Milano Twitter (@RMBaloncesto)

Messina, que arremangaba su chaqueta en la banda esperando un milagro, se encomendaba a Micov, único jugador del conjunto italiano que dio su mejor versión, pero el final se iba volviendo tan blanco como buenos estaban siendo los minutos de Jordan Mickey. Los aplaudidores del Palacio sonaban al ritmo de villancico fruto del espectáculo que Campazzo (12 asistencias) y el propio Mickey estaban dando. Jolgorio a parte, el Madrid entró en el clutch time con nueve puntos de ventaja, con la sensación de tener el noveno triunfo consecutivo en su mano y no dejó que este se escapara.

Los blancos suman así una victoria más que trabajada y ahondan en la crisis de un Milan que suma ya cinco derrotas de forma consecutiva y que se aleja de los puestos de playoff de manera más que peligrosa. Finalmente, el duelo previo al Clásico del Tsunami también será recordado como aquel en que el Madrid tiro de pasión y de juego para vengar la no llegada de un Scola que ha comprobado en sus propias carnes lo que es la pasión del WiZink Center.

Real Madrid 76-67 Olimpia Armani Milan

Real Madrid: Campazzo (7), Causeur (0), Deck (13), Randolph (16), Tavares (7) - quinteto inicial - Rudy (4), Laprovittola (7), Carroll (0), Mickey (15), Thompkins (0), Taylor (3), Mejri (4).

Entrenador: Pablo Laso

Olimpia Armani Milan: Cinciarini (0), Micov (22), Brooks (2), Burns (0), Scola (11) - quinteto inicial - Mack (5), Biligha (-), Gudaitis (9), Moraschini (0), Roll (4), Sergio Rodríguez (6), Tarczewski (8).

Entrenador: Ettore Messina.

Árbitros: Radovic, Pukl, Bissang.

Parciales: 18-21| 12-18| 24-13| 20-11

Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 14 de la Euroliga disputado en el WiZink Center, Madrid. 

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