Carlos Alocén puso la nota negativa del partido que enfrentó al Estudiantes y al Zaragoza este domingo en el WiZink Center y que acabó con victoria de los visitantes. El joven base no pudo acabar el partido por una lesión que se teme que le pueda afectar al tendón de Aquiles. Pero más allá de la lesión, lo feo estuvo en el comportamiento de unos pocos aficionados del conjunto madrileño.

Mientras Alocén se retiraba de la pista, se escucharon cánticos como "Real Madrid, hijos de puta". No fue la mayoría, la cual criticó el comportamiento de unos cuantos, que cargaron contra el base por su relación con el club blanco, al cual pertenece Alocén.

Estudiantes mejora, pero no sirve

El Movistar Estudiantes, pese a cambiar de actitud y mostrarse muy agresivo en defensa, encajó su sexta derrota consecutiva y la cuarta en casa, al perder por 67-85 ante un Casademont Zaragoza, lo que le hace ahondar en su crisis clasificatoria.

Estudiantes salió muy agresivo en defensa. Sabedor de la extrema gravedad de su situación clasificatoria, el equipo colegial apostó claramente por la defensa para competir con el Casademont Zaragoza, el tercero de la clasificación y vencedor ante los dos grandes, Barça y Real Madrid.

Carlos Alocén, contra Estudiantes EFE

La impresión era que el Estudiantes iba al límite desde el primer momento y que el Zaragoza se lo tomaba con más tranquilidad sabedor de su superioridad. El debut de Toney Douglas en las filas madrileñas, sirvió para comprobar que es un jugador que necesita y acapara mucho balón, aunque todavía es pronto para dictar sentencia al respecto.

El dominio de Justiz y la experiencia de Nemanja Radovic fueron importantes para un Zaragoza que no se dejó influir por la igualdad en el marcador y siguió con su trabajo pese a no tener un día especialmente brillante.

La cuarta personal de Kadji y la expulsión de Víctor Arteaga al cometer la cuarta y una técnica a continuación por aplaudir al árbitro, dejaron al Estudiantes con pocas opciones, en la lucha bajo los aros, para los diez minutos finales.

Seeley, Justiz y Radovic fueron una barrera infranqueable para un Estudiantes voluntarioso.